Tras meses de aumentos, el precio de los huevos en EE.UU. experimenta su primera caída, pero la incertidumbre sobre su tendencia continúa. ¿Qué factores influirán en su futuro? Descúbrelo aquí.
En abril, el precio de los huevos en Estados Unidos registró una disminución significativa por primera vez en varios meses, lo que ha generado expectativas sobre una posible estabilización o incluso una baja sostenida en el costo de este alimento básico.
Actualmente, el precio promedio por una docena de huevos de grado A se sitúa en aproximadamente 4,60 euros, una reducción del 12,7% respecto al mes anterior, según datos del índice de precios al consumidor del Departamento de Trabajo.
Esto contrasta con los picos récord alcanzados en marzo, cuando el costo llegaba a los 5,70 euros, impulsado por la crisis de influenza aviar que afectó a las granjas avícolas estadounidenses en los últimos meses.
Históricamente, los precios de los huevos han estado sujetos a fluctuaciones causadas por brotes de enfermedades en las aves, condiciones climáticas, costos de insumos y dinámicas de oferta y demanda.
La fiebre aviar, que comenzó en 2015, provocó una serie de restricciones y una caída en la producción que disparó los precios en 2016 y 2017. Sin embargo, en los últimos años, la recuperación del sector agrícola ha sido constante, aunque aún se enfrentan a desafíos como la inflación en los costos de alimentación y energía.
El descenso reciente en los precios también ha sido atribuido a las medidas de bioseguridad implementadas por los agricultores en colaboración con el Departamento de Agricultura de EE.UU. para controlar la enfermedad. Estas medidas incluyen la mejora en las prácticas de higiene y control en las granjas, lo que ha permitido reducir la tasa de contagio y estabilizar la producción.
Además, la importación de huevos desde otros países ha aumentado, ayudando a aliviar las presiones de demanda interna.
Expertos como Bernt Nelson, economista de la Federación de la Granja Americana, señalan que estos cambios son positivos, aunque advierten que la situación puede variar.
“Aunque la tendencia apunta a una estabilización, todavía existen riesgos de una posible repunta si la enfermedad vuelve o si las condiciones de mercado cambian abruptamente”, explica Nelson.
Por otra parte, factores como el costo del combustible, el precio de los granos y las políticas comerciales también influyen en los precios de los huevos.
La posible resolución del conflicto entre Rusia y Ucrania, principales productores de cereales, podría reducir los costos de alimentación para las aves y, en consecuencia, disminuir aún más el precio de los huevos.
Mientras tanto, el mercado de alimentos en general muestra una tendencia de moderación en los precios. En abril, el índice de precios en supermercados en EE.UU. indicó una caída del 0,4%, con productos como cereales y tocino mostrando descensos del 2,5% y 1%, respectivamente. Sin embargo, los costos en restaurantes continúan en aumento, con un incremento del 4% en el último año, lo que refleja la tendencia de los gastos en comidas fuera del hogar.
En conclusión, aunque la caída en los precios de los huevos es una buena noticia para los consumidores, la incertidumbre sobre su evolución futura persiste.
La combinación de factores sanitarios, económicos y políticos determinará si estos precios se mantienen bajos o vuelven a subir en los próximos meses.
Los analistas aconsejan seguir de cerca las noticias del sector y las políticas internacionales que puedan afectar la producción y distribución de alimentos en Estados Unidos y el mundo.