El gobierno estadounidense anunció que dejará de fabricar monedas de un centavo, argumentando que su producción cuesta más que su valor nominal. La medida busca reducir gastos y promover un cambio en la percepción de las monedas en la economía moderna.

Imagen relacionada de eeuu deja de producir centavos por su alto costo y bajo uso

En un movimiento que podría marcar un cambio significativo en la política monetaria de Estados Unidos, el presidente Donald Trump instruyó al Departamento del Tesoro para que deje de producir monedas de un centavo, conocidas comúnmente como 'pennies'.

La decisión fue motivada por los altos costos de producción, que superan el valor nominal de la moneda, un fenómeno que ha generado debates sobre la utilidad y el manejo de estas monedas en la economía actual.

Históricamente, el centavo ha sido una pieza clave en el sistema monetario estadounidense desde su creación en 1793, con la introducción de la Ley de Monedas, que estableció el dólar y las monedas que lo acompañan.

Durante siglos, estas monedas sirvieron para facilitar transacciones menores y como símbolo de valor. Sin embargo, en las últimas décadas, su relevancia ha disminuido considerablemente debido a la digitalización de pagos y la preferencia por pagos electrónicos.

Según datos de la Reserva Federal, en 2023 solo el 16% de los pagos realizados en Estados Unidos se hicieron en efectivo, una tendencia que ha ido en aumento desde principios del siglo XXI.

Además, una encuesta de Pew Research de 2022 revela que aproximadamente el 40% de los consumidores nunca usan efectivo en sus transacciones diarias. Esto refleja un cambio cultural y tecnológico que ha relegado las monedas físicas a un papel cada vez más secundario.

El costo de producción de un centavo en Estados Unidos ronda los 2,4 centavos, es decir, que por cada moneda emitida, el gobierno pierde aproximadamente 1,4 centavos.

La situación es similar con las monedas de cinco centavos, conocidas como 'nickels', que también presentan una pérdida significativa en su producción.

La acumulación de monedas en hogares y negocios ha llevado a que, según la Reserva Federal, los estadounidenses tengan entre 60 y 90 dólares en monedas sin usar, lo que equivale a llenar uno o dos frascos de cerveza de tamaño mediano.

Kevin McColly, CEO de Coinstar, una compañía especializada en máquinas de cambio de monedas, sostiene que a pesar de la percepción común, las monedas tienen un valor real.

Cada año, su empresa convierte en efectivo más de 3 mil millones de dólares en monedas, con un promedio de unos 50-60 euros por cada persona que realiza un cambio.

McColly explica que muchas personas subestiman cuánto dinero tienen en monedas y que, al recogerlas y cambiarlas, pueden obtener una suma considerable sin mucho esfuerzo.

Desde una perspectiva ambiental y de recursos naturales, las monedas son principalmente metales reciclables, como zinc con revestimiento de cobre para los centavos, y aleaciones de cobre y níquel para las demás monedas.

McColly señala que si los estadounidenses se comprometieran a recolectar sus monedas olvidadas y devolverlas al sistema monetario, la Casa de la Moneda no tendría que producir tantas monedas nuevas, ahorrando recursos y reduciendo el gasto público.

A pesar de que el gobierno estadounidense continúa fabricando más de 5 mil millones de monedas al año, esta cifra ha ido en descenso, impulsada por la disminución en el uso de efectivo y la digitalización de pagos.

Sin embargo, algunos expertos advierten que eliminar monedas como el centavo y el níquel podría generar otros problemas, como la necesidad de redondear los precios y la posible acumulación de monedas de mayor denominación, como las monedas de 25 centavos o 'quarters'.

El debate también incluye propuestas legislativas, como la Ley de Redondeo Justo, que buscaría eliminar las monedas de menor valor en las transacciones para simplificar el sistema de pagos.

Sin embargo, algunos analistas señalan que esta medida podría afectar a ciertos sectores de la población, especialmente aquellos que aún dependen del efectivo, como las personas mayores o las comunidades con menor acceso a la banca digital.

En definitiva, la decisión de Estados Unidos de dejar de producir monedas de un centavo refleja una realidad económica y tecnológica en constante cambio.

La historia nos muestra que las monedas físicas han sido fundamentales en la economía desde hace siglos, pero la digitalización y los cambios en los hábitos de pago parecen estar dejando atrás a estas pequeñas piezas metálicas.

Sin embargo, el valor de las monedas como recursos reciclables y su potencial para ahorrar costos en la economía aún generan discusión sobre su papel en el futuro cercano.

No te pierdas el siguiente vídeo de aprende a gestionar tus finanzas personales desde cero curso ...