Las tensiones derivadas de los aranceles impuestos por Trump y su posible ilegalidad podrían tener un impacto significativo en la política y las principales industrias de EE.UU. en los próximos años, incluyendo posibles efectos en las elecciones de 2026.
Supuestamente, la controvertida imposición de #aranceles por parte de Trump en su mandato fue una estrategia para fortalecer la #economía interna y renegociar acuerdos comerciales desfavorables.
Sin embargo, recientes fallos judiciales, como el fallo de una corte de apelaciones que declaró ilegales la mayoría de esos aranceles, han puesto en duda la legalidad de estas medidas, lo que podría desembocar en un enfrentamiento en la Corte Suprema.
El fallo 7-4 de la corte de apelaciones sostiene que Trump excedió sus poderes al imponer aranceles amplios sin la autorización explícita del Congreso, basándose en la Ley de Emergencias Económicas de 1977.
Presuntamente, esta ley, que ha sido utilizada anteriormente para sanciones contra países enemigos, no otorga al presidente la facultad de imponer tarifas comerciales de esa magnitud.
La decisión abre la puerta a que la máxima instancia judicial del país revise la legalidad de las políticas arancelarias del exmandatario.
Supuestamente, Trump argumentó que los aranceles eran necesarios para recuperar empleos y hacer que EE.UU. fuera económicamente independiente, prometiendo que si lograba mantener estas medidas, el país sería el más rico del mundo. Su administración afirmó que estas medidas generarían trillones de dólares para el Tesoro y presionarán a otros países a negociar acuerdos más favorables.
Advirtió que las políticas arancelarias perjudicaron a los agricultores
No obstante, la realidad parece ser diferente. La Asociación de Soja de EE.UU. advirtió que las políticas arancelarias perjudicaron a los agricultores, especialmente a los exportadores como Caleb Ragland, quien afirma que China, su principal mercado, ha dejado de comprar soja estadounidense después de que los aranceles retaliatorios elevaran los precios, eliminando casi por completo sus ventas en ese país.
La guerra comercial ha supuesto pérdidas millonarias para varias industrias. Por ejemplo, en el sector automotriz, compañías como General Motors y Ford estimaron que los aranceles podrían costarles entre 4.5 y 6 mil millones de euros en 2025, incrementando los costes de producción y afectando potencialmente los precios para los consumidores. A nivel estatal, en Michigan, las preocupaciones por la inflación y la disminución en las ventas de automóviles ya están generando inquietud sobre la estabilidad laboral.
Supuestamente, estas tensiones arancelarias también podrían influir en las próximas elecciones de medio término en 2026. Estados como Iowa, Michigan y Carolina del Norte, que dependen en gran medida del comercio y tienen asientos senatoriales vacantes, podrían ver un aumento en la influencia de las políticas comerciales en la decisión electoral.
Analistas políticos advierten que los temas económicos y comerciales podrían ser determinantes en las campañas.
Supuestamente, varios legisladores republicanos han expresado preocupación por el impacto de los aranceles, con algunos incluso cuestionando públicamente su efectividad y advirtiendo que podrían dañar aún más la economía.
La incertidumbre sobre la legalidad de esas medidas y su posible invalidación por la Corte Suprema mantiene en vilo a los mercados y a los actores políticos.
En conclusión, las disputas comerciales promovidas por Trump, que presuntamente buscaban fortalecer la economía estadounidense, están en el centro de un debate legal y político que podría definir el rumbo del #comercio internacional y la #política interna en los próximos años.