La compañía Disney ha anunciado una nueva ola de despidos que impacta a varios centenares de trabajadores en sus divisiones de entretenimiento y operaciones corporativas, en medio de una transformación industrial y cambios en las preferencias de consumo.
En una muestra más de los ajustes que está realizando Disney para adaptarse a los cambios en el mercado del entretenimiento, la compañía ha confirmado la eliminación de varios centenares de puestos de trabajo en diversas áreas.
Aunque no se han eliminado equipos completos, se trata de una reducción significativa en departamentos clave como marketing, relaciones públicas, casting, desarrollo y finanzas corporativas.
Este movimiento forma parte de la estrategia de Disney para incrementar su eficiencia operativa ante un escenario en el que la preferencia de los consumidores se ha desplazado cada vez más hacia las plataformas de streaming, como Disney+, que en su último informe reportó un aumento de 126 millones de suscriptores en el primer trimestre de 2025, respecto al trimestre anterior.
La transición hacia el streaming ha sido un factor crucial en los cambios económicos y estratégicos de la compañía.
La historia de Disney en este sentido no es nueva. Desde que el CEO Bob Iger regresó en 2022 tras su retiro en 2020, la empresa ha implementado varias rondas de recortes de personal. En los primeros meses de 2023, Iger anunció la reducción de unos 7.000 empleos, con la intención de ahorrar miles de millones de dólares. Posteriormente, en septiembre de 2024, Disney despidió a aproximadamente 300 empleados en diferentes departamentos, incluyendo áreas legales, de recursos humanos y finanzas.
Estas medidas afectaron también a propiedades como National Geographic, Pixar y la cadena de televisión Freeform.
Más recientemente, en marzo de 2025, la empresa recortó cerca del 6% de su plantilla, lo que equivale a unos 200 empleados, en unidades como ABC News y Disney Entertainment Networks.
Actualmente, Disney cuenta con alrededor de 233.000 empleados en todo el mundo. A pesar de estos recortes, la compañía ha reportado unos ingresos de aproximadamente 21.300 millones de euros en su segundo trimestre fiscal, lo que representa un aumento del 7% en comparación con el mismo período del año anterior.
El incremento en la base de suscriptores de Disney+ también refleja los cambios en los gustos de los consumidores, quienes prefieren cada vez más el contenido en línea.
Este fenómeno ha obligado a Disney y a otras grandes productoras a replantear sus modelos de negocio y a reducir costos para mantener su competitividad.
Los despidos, que se produjeron formalmente el 2 de junio, se enmarcan en una tendencia global en la industria del entretenimiento, donde la digitalización y la competencia de nuevas plataformas han llevado a las empresas a ajustar sus estructuras laborales.
La historia de Disney, que comenzó en los años 20 con la creación del icónico estudio de animación, ha sido siempre marcada por cambios y adaptaciones para mantenerse en la cima del mercado global.
A pesar de los despidos, Disney continúa invirtiendo en contenido original y en nuevas tecnologías, buscando equilibrar la reducción de costos con la innovación para seguir atrayendo a audiencias de todas las edades.
La compañía también ha señalado que estos cambios son necesarios para garantizar su sostenibilidad a largo plazo en un entorno cada vez más competitivo y digital.