La nueva legislación DAC8 incluirá obligaciones de informes fiscales para proveedores de criptomonedas, alineando a España con normas internacionales sobre fiscalidad.

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El 17 de septiembre de 2024, el Consejo de Ministros de España ha dado un paso significativo en la regulación de criptoactivos al aprobar un anteproyecto de ley que transpone la directiva europea DAC8. Esta legislación representa un esfuerzo por parte del Gobierno español para fortalecer las obligaciones de información fiscal de los proveedores de servicios relacionados con las criptomonedas, alineándose así con las normativas internacionales en este ámbito.

La directiva DAC8, que se deriva de la Directiva 2011/16/UE sobre cooperación administrativa en el ámbito fiscal, introduce un marco más riguroso y detallado para la comunicación de información fiscal relacionada con los criptoactivos.

En términos específicos, se eliminará el término 'moneda virtual' y se adoptará el concepto de 'criptoactivo', lo que refleja un cambio en la percepción y regulación de estos activos digitales.

Este nuevo enfoque no solo afectará a los proveedores de criptomonedas que operan en suelo español, sino que también abarcará a aquellos que gestionan criptoactivos en el extranjero.

Es un intento evidente de garantizar que todos los usuarios, tanto residentes como no residentes, cumplan con sus obligaciones fiscales.

La transposición de estas normativas es crucial, especialmente dado el crecimiento exponencial del uso de criptoactivos en los últimos años, donde España ha visto un aumento notable en la adopción de estas tecnologías financieras.

Además, el anteproyecto de ley contempla otras modificaciones importantes a la Ley General Tributaria (LGT). Por ejemplo, se especifica que las criptomonedas serán consideradas como bienes que pueden ser embargados, lo que refuerza la capacidad del Estado para hacer cumplir las obligaciones fiscales relacionadas.


Este es un reconocimiento necesario en un contexto donde los métodos de pago están evolucionando rápidamente, y donde las criptomonedas se han vuelto cada vez más comunes en transacciones diarias.

La DAC8 también incluye un aspecto relevante en cuanto a la cooperación con otros Estados miembros de la Unión Europea.

La normativa permitirá un intercambio de información más fluido y efectivo, lo que podría resultar en una mayor transparencia fiscal y en mecanismos más robustos para combatir el fraude tributario.

En este sentido, se puede afirmar que la legislación no solo beneficiará a la Administración Tributaria, sino que también permitirá una mejor asistencia a los contribuyentes, ayudando así a crear un entorno fiscal más equilibrado y justo.

La evolución de las criptoactivos y su reconocimiento formal por parte del gobierno es, sin duda, un paso hacia adelante en la modernización de las estrategias fiscales del país.

Mientras que la comunidad de criptomonedas ha expresado preocupaciones sobre la regulación excesiva, estos movimientos se interpretan como un intento de proteger tanto a los inversores como al sistema financiero en general.

A medida que España continúa avanzando con este anteproyecto, se espera que eventualmente se remita a las Cortes Generales para su ratificación final.

En un entorno global donde otros países están implementando o considerando regulaciones similares, la iniciativa española se posiciona para desempeñar un papel crucial en la configuración del futuro de las criptomonedas en Europa.