Una propuesta de ley clave en Estados Unidos busca establecer un marco regulatorio para las stablecoins, acercando las criptomonedas a la mainstream financiera y enfrentando controversias políticas y económicas. Con una inversión equivalente a aproximadamente 200 millones de euros, esta legislación podría marcar un cambio decisivo en el mercado digital.

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La industria de las criptomonedas en Estados Unidos está cerca de experimentar un cambio significativo gracias a la aprobación de una legislación pionera que busca regular las stablecoins, un tipo de criptomoneda cuyo valor está vinculado a activos estables como el dólar estadounidense.

Esta iniciativa, conocida como la Ley GENIUS (Guía y Establecimiento de Innovación Nacional para las Stablecoins en EE. UU.), ha superado una etapa crucial en el Senado, avanzando hacia su posible aprobación definitiva.

La propuesta legislativa, que ha generado debates tanto entre defensores como críticos, tiene como objetivo crear un marco regulatorio claro y seguro para las stablecoins, facilitando su integración en el sistema financiero convencional.

La ley establece requisitos específicos para los emisores de stablecoins, como mantener reservas de activos equivalentes a la cantidad circulante, garantizar la prioridad en el pago en caso de quiebra y cumplir con normativas anti lavado de dinero y sanciones internacionales.

El impacto potencial de esta legislación es notable. Se estima que la inversión necesaria para poner en marcha estas regulaciones ronda los 200 millones de euros, una suma que refleja la magnitud del esfuerzo y la importancia de la industria cripto en la economía moderna.

El respaldo de la legislación, que cuenta con un apoyo bipartidista, también busca consolidar la posición de Estados Unidos como líder en innovación en activos digitales a nivel mundial.

Las stablecoins, que representan una porción significativa del mercado cripto, son diseñadas para ofrecer estabilidad en sus precios, siendo ideales para transacciones diarias y como reserva de valor confiable.

Muchas de estas monedas están respaldadas por reservas en moneda fiduciaria o activos como bonos del Tesoro, lo que las hace menos volátiles que otras criptomonedas.

Sin embargo, la ley no está exenta de controversias. Algunos críticos, incluyendo figuras influyentes en el Senado, argumentan que la legislación no protege completamente a los consumidores y puede facilitar prácticas corruptas.

Por ejemplo, la stablecoin USD1, vinculada a una firma relacionada con el expresidente Donald Trump, ya es la quinta más grande del mundo y ha sido objeto de críticas por su potencial para facilitar transacciones opacas.

Senadora Elizabeth Warren, una de las opositoras más vocal, ha señalado que la ley podría acelerar la corrupción y permitir que actores malintencionados utilicen estas monedas para evadir controles gubernamentales.

Además, advierte que la expansión de las stablecoins podría conducir a una crisis financiera si se permite su uso sin suficientes regulaciones.

Desde sus inicios en 2014, la industria de las criptomonedas ha tenido una evolución marcada por altibajos, con hitos importantes como la creación de Bitcoin y Ethereum, y posteriormente, la explosión de tokens y plataformas DeFi.

La regulación siempre ha sido un tema candente, y con la llegada de leyes como la GENIUS Act, se busca equilibrar innovación y protección.

El futuro de las stablecoins y las criptomonedas en general dependerá en gran medida de cómo se implementen y acepten estas regulaciones. Si logran establecerse con garantías y transparencia, podrían facilitar pagos sin fricciones y ampliar el acceso financiero a millones de personas, especialmente en regiones con sistemas bancarios subdesarrollados.

En conclusión, la posible aprobación de esta legislación en Estados Unidos representa un paso importante hacia la integración de las criptomonedas en el sistema financiero global.

Aunque todavía existen obstáculos y voces críticas, la tendencia apunta a un mercado más regulado, seguro y preparado para un crecimiento sostenido.

La inversión estimada y los cambios regulatorios muestran que la industria cripto está en una etapa de transformación, con un impacto que podría sentirse en todo el mundo en los próximos años.