El 10 de agosto de 2024, se llevó a cabo una operación de gran magnitud en la provincia de Valladolid que llevó al desmantelamiento de un laboratorio clandestino destinado a la producción de cocaína.

Esta operación fue posible gracias a la colaboración entre el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la Policía Nacional.

Se reporta que se detuvo a dos individuos involucrados en una organización criminal que operaba a gran escala en la producción de estupefacientes.

Durante los operativos realizados se incautaron más de 12 kilogramos de cocaína, unos 40 kilogramos de procaína y cerca de 400 litros de líquidos precursores.

Además, se encontró más de 90,000 euros (aproximadamente 75,000 euros en efectivo) y seis vehículos modificados con compartimentos ocultos, diseñados específicamente para ocultar la droga y evitar la detección policial.

La investigación culminó en una serie de operativos conocidos como 'Operación SilkenCigales', que se iniciaron en mayo, cuando las autoridades recibieron información sobre una red criminal en Valladolid dedicada a la producción y distribución de cocaína.

Al seguir las pistas, los agentes descubrieron un centro logístico operado por la organización.

Este lugar, localizado en una pequeña localidad, fue identificado como el núcleo de su actividad ilícita y había sido acondicionado específicamente para procesar y extraer cocaína.

Los operativos de los criminales incluían la recolección de cocaína, que luego era llevada al laboratorio clandestino.

Allí, se mezclaba con productos químicos para aumentar su volumen, generando así mayores ganancias.

Una vez procesada, la droga se empaquetaba para su distribución en todo el territorio nacional, siempre utilizando vehículos con diseños únicos que permitían esconder las sustancias en compartimientos especiales.

Un punto destacado de esta organización era su uso de tecnología avanzada para monitorizar el movimiento de sus transportistas.

Durante la operación, las autoridades pudieron interceptar a uno de los transportistas cuando se dirigía a Madrid para adquirir productos químicos necesarios para la producción de cocaína.

Este hecho evidenció la sofisticación y planificación de la red criminal.

Al arrestar al transportista, otros miembros de la organización, al enterarse de la detención, intentaron ocultar la droga.

Sin embargo, las investigaciones fueron suficientes para que también se localizaran esas sustancias.

Se realizaron cuatro registros en total, todos bajo el manto de la 'Operación SilkenCigales'.

Como resultado de todo este operativo, se procedió a la detención de los dos presuntos integrantes de la organización.

Una vez que fueron puestas a disposición judicial, las autoridades ordenaron su inmediato ingreso en prisión.

A través de estas acciones, se ha dado un fuerte golpe a la producción de drogas a gran escala en esta región de España, contribuyendo así a la lucha contra el narcotráfico.