Los recientes cambios en los aranceles por parte de la administración de Trump podrían incrementar los precios del café en Estados Unidos, afectando el bolsillo de los consumidores.

El café es una de las bebidas más consumidas en Estados Unidos, y las recientes decisiones sobre aranceles podrían hacer que disfrutar de una taza de café se vuelva más costoso.
Aunque la administración de Donald Trump ha anunciado una pausa en algunos aranceles, esto podría no ser tan beneficioso como parece, ya que las tarifas sobre importaciones de China, el principal proveedor, se han incrementado.
El café ocupa un lugar especial en la cultura estadounidense, con más del 70% de los adultos consumiéndolo semanalmente y un 63% disfrutándolo a diario, según la Asociación Nacional del Café.
Sin embargo, debido al clima necesario para su cultivo, solo Hawaii y Puerto Rico producen café en el país. Por lo tanto, más del 99% del café que se consume en Estados Unidos es importado. Entre los principales proveedores de café se encuentran Brasil, Colombia, Vietnam y Honduras. Según un informe del Departamento de Agricultura de EE. UU., Brasil representa el 32% de las importaciones, seguido de Colombia con un 20% y Vietnam con un 8%.
Los aranceles aplicables a estos productos han permanecido en un 10% incluso después del anuncio de la pausa de 90 días. Vietnam, que había estado sujeto a un arancel recíproco del 46%, vio este impuesto suspendido, lo que podría tener un impacto en el mercado del café, ya que la mayoría de las importaciones llegan como granos verdes que luego se procesan en EE.
UU. La Asociación Nacional del Café ha señalado que cada euro invertido en la importación de café genera 43 euros de valor en la economía estadounidense.
La situación climática también ha afectado la producción. Un mal clima ha llevado a pronósticos de baja cosecha para el café arábica, mientras que Brasil ha visto una oportunidad para aumentar la producción de robusta.
Esto podría ser problemático, ya que los aranceles sobre los productos vietnamitas son altos, lo que podría limitar las opciones para los consumidores y aumentar los precios.
Expertos en el mercado, como Priyanka Sachdeva de Phillip Nova Pte., han advertido que los aranceles probablemente añadirán volatilidad al mercado del café y exacerbarán la escasez de suministros. Esto podría llevar a un aumento en los precios del café en EE. UU., especialmente para los productos basados en robusta, que son populares para preparar espresso e instantáneo.
El café no solo es una bebida; es un ritual diario para millones de estadounidenses. Sin embargo, si los precios continúan aumentando, es posible que muchos tengan que reconsiderar sus hábitos de consumo y optar por preparar su café en casa en lugar de visitarlo en cafeterías.
Con el panorama económico actual y el impacto de los aranceles, el futuro del café en EE. UU. podría verse afectado de manera significativa, haciendo que un simple placer se convierta en un lujo para algunos.