Boeing recibe ayuda inesperada de Elon Musk para acelerar la entrega de los nuevos aviones presidenciales.
El CEO de Boeing, Kelly Ortberg, ha revelado que Elon Musk, el prominente líder de SpaceX y conocido por su enfoque innovador en la industria aeroespacial, está desempeñando un papel crucial en la mejora de los tiempos de entrega de los aviones Air Force One.
Durante la conferencia Barclays Industrial Select, Ortberg comentó que la colaboración con Musk ha sido fundamental para superar las dificultades que enfrenta Boeing en la producción de estos aviones presidenciales.
"Elon Musk está realmente ayudándonos mucho a trabajar en los requisitos necesarios para que podamos avanzar más rápido y entregar esos aviones al presidente", dijo Ortberg.
Este apoyo se vuelve esencial, especialmente considerando que Boeing ha enfrentado retrasos significativos y costos adicionales en su programa de defensa, que incluye la fabricación de los nuevos Air Force One.
En el último trimestre, Boeing registró pérdidas previas a impuestos de aproximadamente 1,6 mil millones de euros en varios programas, lo que ha afectado su rendimiento financiero.
A pesar de los desafíos, el CEO de Boeing se mostró optimista respecto a la situación actual. Mencionó que la cadena de suministro del avión 737 MAX está en buen estado y apunta a aumentar la producción a 38 unidades mensuales para mediados de 2025.
Sin embargo, también destacó que un reciente incendio en una planta de producción de sujetadores en Pensilvania podría impactar en esta proyección.
Históricamente, el proyecto Air Force One ha sido objeto de críticas, especialmente en el contexto de la administración Trump. El expresidente ha expresado su descontento con Boeing debido a los retrasos y ha insinuado que podría considerar alternativas si la situación no mejora.
Con la amenaza de un retraso adicional que podría extenderse hasta 2029, la presión sobre Boeing para cumplir con los plazos es cada vez mayor.
Ortberg también anunció planes para reunirse con funcionarios clave de la administración, como el Secretario de Transporte de EE.UU., Sean Duffy, y el Administrador Interino de la FAA, Chris Rocheleau, en Seattle. Esta reunión, programada para marzo, busca abordar los problemas y buscar soluciones de manera colaborativa.
La intervención de Musk, descrita como brillante por Ortberg, se centra en la identificación rápida de diferencias entre los requisitos técnicos y los obstáculos que se pueden eliminar para acelerar el proceso de entrega.
Este enfoque pragmático ha permitido a Boeing avanzar en la producción de los nuevos aviones presidenciales, que son considerados un símbolo de la presidencia estadounidense.
A medida que Boeing navega por estos desafíos, la colaboración con Musk podría marcar un nuevo capítulo en la historia de la empresa, mostrando que incluso en tiempos de crisis, las alianzas inesperadas pueden ofrecer soluciones efectivas.
La industria aeroespacial ha sido históricamente un campo de competencia feroz, pero este desarrollo resalta la importancia de la cooperación y la innovación en la búsqueda de resultados positivos.
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