El Banco de España ha presentado los resultados de su estudio anual sobre el uso de efectivo en el país durante el año 2022. Según los datos obtenidos, el dinero en efectivo sigue siendo el medio de pago más utilizado por los ciudadanos españoles, a pesar de la creciente popularidad de las tarjetas de crédito y los dispositivos móviles.

El estudio muestra que el 55% de las transacciones realizadas por los ciudadanos se siguen realizando con dinero en efectivo, mientras que el 35% se realizan con tarjeta y un 10% con dispositivos móviles como el teléfono o el reloj.

Estos resultados reflejan una tendencia que se mantiene en los últimos años, en la que los ciudadanos prefieren utilizar el efectivo como forma de pago en lugar de otras opciones.

A pesar de los avances tecnológicos en el ámbito de los pagos digitales, el dinero en efectivo sigue siendo una opción popular debido a su facilidad de uso y aceptación generalizada.

Estas conclusiones tienen implicaciones importantes para el sistema financiero y económico del país.

La continua mejora económica y el aumento de la actividad turística hacen necesario asegurar las materias primas básicas para la acuñación de monedas de 10, 20 y 50 céntimos.

Con el fin de garantizar la producción de monedas en estas cantidades, el Consejo de Ministros ha autorizado un Acuerdo Marco que permitirá a la Fábrica de Moneda y Timbre (FNMT) contratar con diferentes proveedores.

Esto asegurará el suministro continuo de monedas y favorecerá una mayor estabilidad de precios en el mercado.

Además, el Acuerdo Marco agilizará los procesos legales de contratación, permitiendo a la FNMT adelantarse a las previsiones de demanda y garantizar el suministro adecuado para el país.

Se espera que esta medida tenga un impacto positivo en la economía y promueva un mayor uso de las monedas en el sistema financiero español.

En resumen, el estudio del Banco de España confirma que el efectivo sigue siendo el medio de pago preferido por los ciudadanos españoles en 2022. Esto ha llevado al Gobierno a tomar medidas para garantizar el suministro adecuado de monedas y promover un mayor uso de ellas en el sistema financiero.

Estas medidas contribuirán a la estabilidad económica y a una mayor confianza de los ciudadanos en el sistema financiero del país.