La compañía de genética y biotecnología 23andMe ha solicitado la quiebra y su CEO ha dejado su puesto en medio de una crisis financiera.

La conocida empresa de genética y biotecnología, 23andMe, ha hecho un anuncio alarmante al declarar su intención de acogerse a la protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 en el Tribunal de Quiebras de los Estados Unidos, específicamente en el Distrito Este de Missouri.
Esta declaración se realizó el pasado domingo, 23 de marzo, y ha generado una ola de reacciones en el sector de la biotecnología.
Mark Jensen, presidente y miembro del Comité Especial de la Junta Directiva de 23andMe, expresó en un comunicado que después de una meticulosa evaluación de alternativas estratégicas, se ha determinado que un proceso de venta supervisado por la corte es el mejor camino para maximizar el valor de la empresa.
Esto significa que 23andMe está buscando vender casi todos sus activos, y ha solicitado la autorización del tribunal para llevar a cabo esta venta.
En medio de esta crisis, la compañía ha asegurado que se compromete a proteger los datos de sus clientes y a ser transparente en la gestión de la información del usuario durante este periodo de transición.
Jensen subrayó que la privacidad de datos será una consideración fundamental en cualquier posible transacción futura.
A raíz del anuncio de bancarrota, la acción de la compañía sufrió un desplome del 46% en el mercado, lo que refleja la preocupación de los inversores sobre el futuro de la empresa.
Este declive en el valor de las acciones es un eco de problemas anteriores que ha enfrentado la compañía, que había intentado varias adquisiciones que no llegaron a buen puerto.
Por si fuera poco, la renuncia de la CEO Anne Wojcicki, que ocurrió el mismo día en que se anunció la bancarrota, ha añadido más incertidumbre a la situación.
La CFO Joe Selsavage asumirá el cargo de manera temporal mientras se busca un nuevo liderazgo.
La situación de 23andMe es un recordatorio de los desafíos que enfrentan muchas empresas en el ámbito de la biotecnología y la genética, especialmente en un entorno económico incierto.
La compañía, que alguna vez se destacó como pionera en pruebas genéticas de ADN, ha visto un cambio drástico en su fortuna.
Cabe mencionar que solo seis meses antes de su declaración de quiebra, 23andMe acordó pagar 30 millones de euros en un acuerdo relacionado con una demanda colectiva por una violación de datos que afectó a aproximadamente 6,9 millones de usuarios.
Esta violación comprometió información personal crítica, incluyendo datos de cuentas, ubicación, informes de ascendencia, coincidencias de ADN, nombres de familia, fotos de perfil y fechas de nacimiento.
La historia de 23andMe no solo está marcada por su innovación, sino también por sus desafíos legales y financieros. A medida que se desarrolla esta situación, muchos en la industria observarán de cerca cómo la empresa maneja su proceso de quiebra y si logra encontrar un camino hacia la recuperación.