La dupla argentina de yachting, compuesta por Mateo Majdalani y Eugenia Bosco, se prepara para los Juegos Olímpicos de París 2024 después de destacarse en competiciones internacionales.

Realizamos un viaje al pasado.

Una mañana de agosto de 2016 en Río de Janeiro, Santiago Lange alcanzó su tercera medalla olímpica y la primera de oro a la edad de 54 años.

Junto a su compañera Cecilia Carranza Saroli, vivieron una emocionante Medal Race en la clase Nacra 17. Sin embargo, lo que ellos ignoraban en ese momento, es que la carrera marcó la culminación de una etapa espectacular de la vela argentina.

Mateo Majdalani, miembro del equipo, se dio cuenta de que la victoria se había logrado por un estrecho margen de un punto por delante de los competidores de Australia y Austria, un instante que quedaría grabado en su memoria.

Ahora, Mateo Majdalani y su compañera Eugenia Bosco, que se preparan para sus segundos Juegos Panamericanos, tienen su enfoque puesto en los Juegos Olímpicos de París 2024. Después de siete años juntos, afirman que están atravesando su mejor momento.

"El tiempo que compartimos con Lange ha sido esencial para nuestra evolución como equipo", destacó Bosco, quien comparte la pasión y la dedicación que la llevan a aceptar el reto de competir al más alto nivel.

Majdalani añadió que la experiencia en Río fue crucial, mencionando que aprendieron a manejar situaciones difíciles cuando carecían de un entrenador.

A partir de ese momento, comenzaron a trazar el camino hacia sus propios objetivos olímpicos.

En 2016, después de una serie de reflexiones y decisiones estratégicas, decidieron unir fuerzas con Lange y Carranza, en lugar de enfrentarse entre sí para conseguir un solo puesto en Tokio 2020.

La relocalización a un espacio de colaboración en lugar de competencia fue tal vez la decisión más acertada.

"Nos convertimos en compañeros de equipo, lo que nos permitió crecer juntos y aprender unos de otros”, explicó Majdalani.

Con la mirada puesta en Tokio, decidieron enfocarse en los Panamericanos de Lima 2019, donde lograron colgarse la medalla de plata.

Con la clasificación asegurada para las Olimpiadas de París 2024 gracias a su sobresaliente desempeño mundial, el dúo argentino se siente listo para el desafío que se avecina.

A pesar de algunas dificultades, como la falta de entrenadores y recursos, han superado obstáculos con determinación.

"La vela de alto rendimiento exige dedicación a tiempo completo", reconocieron, subrayando la importancia de su mudanza a Europa para mejorar su nivel competitivo.

El yachting, como destacado deporte olímpico, presenta altos costos, y obtener apoyo económico de la Federación Argentina de Yachting requiere resultados tangibles.

Esto ha obligado a muchos deportistas a buscar oportunidades y entrenamientos en el exterior.

La historia de Majdalani y Bosco es un claro ejemplo del esfuerzo que implica llegar a la cima.

"Hemos tenido que luchar mucho". Majdalani rememoró los tiempos difíciles en lo que toda la carga financiera recayó sobre ellos, pero su persistencia finalmente ha dado frutos positivos.

Actualmente, compiten entre los mejores, destacando en campeonatos internacionales, lo que les ha proporcionado visibilidad y reconocimiento.

A medida que se acercan a los Juegos Olímpicos, el anhelo de Majdalani y Bosco de continuar su carrera en el yachting persiste.

A pesar de que no están en su mente un tercer ciclo olímpico para Los Ángeles 2028, no descartan esa posibilidad si las circunstancias lo permiten.

La travesía de estos jóvenes deportistas está llena de promesas y expectativas, mientras se preparan para dejar huella en la historia del yachting argentino.