Aryna Sabalenka ha logrado algo extraordinario este sábado al conquistar su primer título del Abierto de Estados Unidos, poniendo fin a su traumática experiencia en la final del año pasado.

La tenista bielorrusa se impuso a la estadounidense Jessica Pegula con un marcador de 7-5, 7-5, en un abarrotado estadio de Nueva York donde más de 23,000 fanáticos apoyaban a la jugadora local.

Pegula, quien a sus 30 años debutaba en una final de un torneo de Grand Slam, no pudo contener el empuje de Sabalenka, que ha demostrado ser una de las tenistas más consistentes en los últimos años.

El triunfo de Sabalenka es especialmente significativo ya que, en 2023 y 2024, se había coronado campeona en el Abierto de Australia, y este nuevo éxito consolida su posición como una potencia del tenis femenino.

El US Open había sido un torneo complicado para ella, habiendo llegado al menos a las semifinales en cada una de las últimas cuatro ediciones, pero el año pasado se quedó a un set de alcanzar el título.

En la desafiante final de 2023, se vio superada por la nueva estrella del tenis estadounidense, Coco Gauff, en un ambiente hostil que jugó en su contra.

En esta ocasión, el escenario fue distinto.

Durante el partido, Sabalenka mostró un control emocional que había adquirido después de su experiencia anterior, incluso cuando tuvo que lidiar con la presión de desperdiciar cuatro oportunidades para cerrar el primer set.

A pesar de algunos errores, como las dobles faltas, logró mantener la calma y finalmente se llevó la primera manga de manera dramática.

Al comenzar el segundo set, Pegula rápidamente se encontró en una desventaja de 3-0. Sin embargo, al igual que en su semifinal, demostró su capacidad de lucha y se lanzó a una arriesgada remontada que la llevó a ganar cinco juegos consecutivos.

Llegó incluso a estar en posición de servir para ganar el segundo set, pero la determinación de Sabalenka salió a relucir en el momento crítico, evitando que su rival se llevara la delantera.

El desenlace del partido estuvo marcado por los intensos intercambios y la emoción palpable tanto en la cancha como entre el público, lo que convirtió esta final en un espectáculo de alto nivel.

La celebración de Sabalenka fue emotiva, colapsando en llanto al concluir el encuentro, y disfrutó del momento de gloria rodeada de su equipo y el fervor del público neoyorquino.

Este triunfo marca un hito importante en la carrera de Sabalenka, quien continúa ascendiendo en el deporte.

La bielorrusa ha demostrado que es una competidora formidable y que tiene mucho que ofrecer en las próximas temporadas del circuito WTA. Si mantiene este nivel, se espera que su nombre siga resonando en los torneos de Grand Slam por venir.