El clavadista británico Tom Daley regresa a la competencia olímpica en París 2024 con el apoyo de sus hijos y logra una medalla de plata en salto sincronizado.
El pequeño Robert Ray, de apenas seis años, agita frenéticamente la bandera británica a medida que se siente inmiscuido en la emoción de los Juegos Olímpicos de París.
A su alrededor, los espectadores en el Centro Acuático observan con asombro la alegría desbordante del niño, que lleva un suéter que dice 'Equipo Daley' en el frente y 'Ese es mi papá' en la parte posterior.
Este niño británico, junto a su hermano Phoenix, se encuentra viviendo un sueño hecho realidad gracias a su padre, Tom Daley, quien un año atrás prometió a su hijo que volvería a competir en los Juegos.
Daley, de 30 años y con una brillante carrera en el salto, regresó a la élite del deporte tras más de dos años alejado de la alta competencia.
La motivación de ser modelo a seguir y hacer feliz a su hijo lo sacó de su retiro, y Sin duda su regreso ha valido la pena.
Tom Daley hizo su debut olímpico a tan solo 14 años en Pekín 2008, donde sorprendió al mundo al finalizar séptimo.
Desde entonces, ha dejado una huella imborrable en la historia del deporte británico, siendo el primer atleta de su país en competir en cinco Juegos Olímpicos.
En Tokio 2020, se consagró con una medalla de oro en saltos sincronizados, venciendo a los dominadores de esta disciplina, la delegación china.
Ahora, en París, Tom añadió a su colección una medalla de plata, consiguiendo un total de cinco distinciones olímpicas a lo largo de su carrera: tres medallas de bronce en Londres 2012 y Río 2016, junto con su oro en Tokio y esta reciente plata, junto a su compañero Noah Williams, acumulando un total de 463.44 puntos.
El clavadista británico se mostró emocionado tras la competencia, comentando: 'Es un momento muy especial.
Hace un año, tomé la decisión de regresar sin saber si calificaría para los Juegos.
Y ahora estoy aquí, saltando frente a mi hijo'. Además, subrayó que había completado su set de medallas con una de cada color, algo que lo llena de orgullo.
El clan Daley ha sido un pilar fundamental en su regreso al deporte de alto rendimiento.
La familia, que incluye a su esposo Dustin Lance Black, un galardonado guionista, ha estado presente en cada etapa de esta celebración olímpica.
Se sabe que Tom no solo es reconocido por su talento deportivo, sino también por su carisma, que lo convierte en una de las figuras más queridas de cada edición olímpica.
La ceremonia de inauguración fue especialmente significativa, ya que Daley tuvo el honor de ser uno de los abanderados de su país.
Durante esta, recreó una icónica escena de la película 'Titanic' con su compañera Helen Glover, capturando la atención del público y generando momentos memorables que quedarán grabados en la historia de los Juegos.
El activismo de Tom Daley también sobresale en su carrera, siendo un ferviente defensor de los derechos LGBTQ+. Desde su salida del clóset en 2013, ha trabajado arduamente por la mejora de los derechos de los atletas y ha utilizado su plataforma para generar conciencia sobre causas importantes.
En Tokio, se volvió viral por tejer en medio de las competencias, actividad que repitió en París, convirtiéndose en un símbolo de su lucha y resiliencia.
A pesar de su éxito, la familia Daley siempre estará en el centro de su vida.
Robert, aplaudiendo entusiasmado desde las gradas, expresó su orgullo hacia su padre cuando dijo: 'No importa si no ganas una medalla, estaré muy orgulloso de ti'. Con un futuro brillante por delante, Tom ya se pregunta sobre la posibilidad de un regreso a la competencia en Los Ángeles 2028, manteniendo el entusiasmo y la alegría que siempre ha compartido con su familia.