El tenista argentino habla sobre su recuperación y el camino que debe recorrer tras una lesión en el hombro que lo mantuvo fuera de competencia más de un año.

Juan Ignacio Londero se muestra optimista y aliviado a medida que avanza en su recuperación tras una dura etapa marcada por una lesión en el hombro derecho.

Este tenista argentino ha tenido que lidiar con el dolor y la frustración por no poder competir de manera regular durante más de dos años.

En noviembre del año pasado, se sometió a una cirugía que fue crucial para volver a ponerse en pie.

Esta experiencia, que comenzó como una dificultad física, pronto se transformó en un desafío mental que impactó en su vida como deportista.

Londero recordó cómo, a pesar de las adversidades, nunca perdió la fe en su capacidad para volver a jugar.

Hace tan solo dos semanas, regresó a la competición después de un año de inactividad, y aunque su camino hacia la recuperación aún no ha terminado, se siente satisfecho con los progresos realizados.

"Mi hombro todavía no está al cien por ciento, pero estoy mejorando y eso ya me permite participar en torneos.

Creo que mi recuperación real vendrá a medida que compita", comentó Londero durante una entrevista.

En este tiempo, ha jugado varios partidos y se siente anímicamente en buen estado, lo que es un gran avance considerando que, hace solo un mes, aún tenía dificultades físicas que limitaban su rendimiento.

Su trayectoria ha sido singular.

Londero tuvo un brillante 2019, donde explotó como profesional al ganar el torneo de Córdoba, avanzar a los octavos de final en Roland Garros y alcanzar el puesto 50 del ranking ATP. Sin embargo, la pandemia y la falta de éxitos lo llevaron a un periodo de depresión en 2021, durante el cual sintió que había perdido su esencia como tenista y su motivación.

La travesía para recuperar su salud fue larga e incómoda.

Desde marzo de 2022 hasta noviembre de 2023, Londero exploró diversas terapias, desde tratamientos quiroprácticos hasta acupuntura.

Fue antes de su cirugía cuando se diagnosticó la rotura del músculo supraespinoso, lo que lo condujo a la mesa de operaciones.

"El médico me dijo que era eso o retirarme", recordó.

La gestión mental fue fundamental en su regreso.

"Pensar en el día a día fue clave.

Antes estaba atrapado por la ansiedad", destacó. Esta filosofía de centrarse en lo inmediato, junto con su práctica continua de yoga y meditación, le han proporcionado herramientas valiosas para lidiar con la presión del deporte.

A pesar de lo complicado de su proceso, Londero reconoció tener en su equipo de trabajo, así como en familiares y amigos, una fuente inagotable de apoyo.

La unión con su entorno ha sido esencial en momentos de duda.

Actualmente, se encuentra en una nueva etapa, enfocándose en los próximos torneos y buscando recuperar posiciones en el ranking mundial.

Después de su participación en el Challenger de Buenos Aires, donde fue eliminado en la primera ronda, tiene la vista puesta en eventuales competiciones que le permitan avanzar en su carrera.

Con un futuro que parece prometedor, Londero está decidido a reaparecer en la elite del tenis profesional.

Su ambición es culminar el 2024 compitiendo a un nivel que le permita aspirar nuevamente a los primeros puestos, buscando dejar atrás las sombras de su lesión y volver a disfrutar de la competencia.

Cada paso que da ahora es un recordatorio de la perseverancia que lo ha llevado hasta aquí, y aunque el camino aún es largo, su determinación sigue intacta.