Jannik Sinner se convierte en el número uno del mundo tras ganar en Shanghai, enfrentando un reto personal debido a la controversia por doping.
Jannik Sinner se ha consolidado como el tenista más destacado del momento, tal como lo indican sus estadísticas, que lo situarán al final del año como el número uno del ranking mundial.
Su triunfo en la final del Masters 1.000 de Shanghái, donde se enfrentó al serbio Novak Djokovic, confirma su notable desempeño, ya que impidió que Djokovic alcanzara su título número 100 en su carrera.
El italiano logró imponer su juego en un emocionante duelo que finalizó con parciales de 7-6 (4) y 6-3, en un tiempo total de una hora y 37 minutos.
Con esta victoria, Sinner suma su séptimo título en la temporada y 17 desde que se convirtió en profesional.
Sin embargo, este brillante momento no se ve exento de preocupación.
Sinner ha estado bajo acusaciones de doping desde hace varias semanas.
En una conferencia posterior al partido, expresó su sentir sobre la situación actual: "La gente tiende a pensar que ganar significa que no tienes problemas, pero no es así". Refiriéndose a su situación fuera de la cancha, el tenista confesó, "La situación en la que estoy no es cómoda.
Ojalá pudiera jugar con más libertad y disfrutar un poco más". Este es un aspecto inquietante en su carrera, ya que podría tener repercusiones en su futuro en el circuito ATP.
Aunque la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) lo declaró no culpable por el consumo de clostebol, una sustancia prohibida, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha decidido apelar esta decisión, exigiendo una posible sanción que podría alcanzar hasta dos años.
Ante este panorama, Sinner compartió que hay momentos en que reflexiona sobre la acusación y que eso afecta su percepción del éxito: "Todo lo que pueda conseguir en la pista es un extra". No obstante, a pesar de presiones externas, Sinner ha tenido una sólida actuación en el circuito, siendo el primer italiano en concluir el año en la cima del ranking ATP.
Después de su victoria, el tenista italiano se mostró encantado, describiendo el día como "muy especial". Reconoció que enfrentarse a Novak en una final siempre es un desafío considerable.
A pesar de las circunstancias difíciles, intentó mantener un enfoque positivo y disfrutar su tiempo en la cancha.
"Estoy contento con cómo manejo las situaciones en la pista y tratando de controlar lo que puedo", alegó.
El encuentro comenzó con una notable igualdad entre los competidores, donde ambos jugadores mostraron un extraordinario dominio en sus servicios, lo que condujo a un desempate.
Durante el 'tie break', Djokovic comenzó a mostrar signos de debilidad, permitiendo que Sinner tomara la delantera.
Así, el joven italiano capitalizó la oportunidad y demostró su fortaleza mental, cerrando el partido con un impactante 'ace'.
La afición vibró con cada intercambio, con seguidores de Djokovic animando a su ídolo desde las gradas, y la presencia del legendario Roger Federer observando todo desde el palco de honor, lo que acentuó la magnitud del evento.
La final de Shanghai marcó un capítulo importante para Sinner, quien ha demostrado ser una de las promesas más sólidas del tenis actual, enfrentando desafíos tanto dentro como fuera de la cancha.