La controversia en el mundo del tenis se ha intensificado tras la reciente absolución de Jannik Sinner por parte de la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA), que determinó que el italiano se contaminó involuntariamente con clostebol, una sustancia prohibida en el ámbito deportivo.

Esta decisión ha suscitado un amplio debate, especialmente entre otros jugadores, incluida una fuerte crítica de Nick Kyrgios, quien no es ajeno a la controversia.

Kyrgios, conocido por sus opiniones candentes, se ha manifestado categóricamente en contra de la decisión de no sancionar al número uno del mundo, calificando la situación de "ridícula". En sus declaraciones, el australiano exigió que, independientemente de las circunstancias –ya sean intencionales o accidentales–, Sinner debería haber sido apartado del circuito durante un periodo de dos años.

Argumentó que, dado que el italiano había dado positivo en dos pruebas con una sustancia prohibida, la falta de una sanción apropiada crea un precedente preocupante para la integridad del deporte.

El polémico comentario de Kyrgios fue: "Te hacen dos pruebas con una sustancia prohibida (esteroides)... Deberías estar fuera durante dos años.

Tu rendimiento mejoró. Crema para masajes... Sí, está bien". Estas palabras se refieren a la justificación ofrecida por el entorno de Sinner, que alega que el clostebol ingresó a su organismo debido a un producto comprado por su fisioterapeuta en una farmacia italiana, utilizado para tratar un corte en un dedo.

La reacción de Kyrgios fue contundente, desafiante a las explicaciones dadas y cuestionando la verdad detrás de la situación actual de Sinner.

En su reflexión, se preguntó por qué se le retiraron los puntos y la compensación económica del Masters 1000 de Indian Wells, si supuestamente no había mejorado su rendimiento.

La defensa de Sinner tiene ecos de casos anteriores en el deporte donde atletas han argumentado contaminaciones accidentales, pero la dureza de la respuesta de Kyrgios sugiere que muchos dentro del circuito están demandando una revisión más estricta de las políticas antidopaje.

Otro tenista que alzó la voz fue Denis Shapovalov, quien, aunque es menos inclinado a los conflictos que Kyrgios, expresó su preocupación sobre cómo la situación afectaría a otros deportistas sancionados previamente por doping relacionado con sustancias contaminadas.

"No me imagino lo que sentirán otros jugadores que fueron sancionados por situaciones similares.

Hay diferentes reglas para diferentes jugadores", indicó Shapovalov en un comentario que resuena con muchos en la comunidad del tenis.

Este escándalo es un recordatorio de la necesidad de mantener estándares de integridad en el deporte.

A medida que las discusiones sobre doping siguen creciendo, es crucial que las organizaciones deportivas aborden las preocupaciones legítimas de los jugadores y fomenten un ambiente de competencia justa y equitativa.

Sin duda, la controversia está lejos de resolverse, y las repercusiones de este caso podrían tener un impacto significativo en el tenis profesional en el futuro.