En el mundo del deporte, y especialmente en el tenis, la línea que separa la regulación de las apuestas y el acoso a los deportistas se ha vuelto peligrosamente delgada.

Las apuestas deportivas, siempre que se realicen en un marco legal, son perfectamente aceptables.

Sin embargo, detrás de este negocio crece un fenómeno oscuro: el hostigamiento que sufren los jugadores, especialmente durante torneos importantes.

Facundo Díaz Acosta, quien ganó este año el Argentina Open, ha sido una de las voces que ha alzado su protesta.

Ha revelado que, en competiciones de nivel Challenger, es habitual recibir mensajes de odio y amenazas, tanto hacia él como hacia sus colegas.

‘A mí me ocurrió, y a muchos amigos también les han enviado fotos asegurando que los esperaban fuera de su hotel.

Esto sucede con total impunidad, y es algo alarmante’, afirmó Díaz Acosta.

Juan Pablo Varillas, otro tenista en ascenso, también ha compartido su experiencia, revelando que rechazó un intento de soborno para perder un partido.

En su opinión, existe una tensión palpable entre ciertos jugadores y apostadores.

Aunque la ATP es consciente de esta situación, menciona que las sanciones son escasas y que muy pocos enfrentan las consecuencias de sus acciones.

La tenista Caroline García, tras su eliminación en el último US Open ante la mexicana Renata Zarazúa, utilizó su plataforma para exponer el tipo de mensajes que recibe a diario.

Desde insultos graves hasta cartas que sugieren que se quite la vida, los mensajes son un claro reflejo del lado oscuro de las apuestas.

Linda Noskova, por su parte, también ha compartido una serie de capturas de pantalla con amenazas recibidas tras su eliminación en Tokio este año.

La situación es preocupante y ha sido confirmada por datos de la Federación Internacional de Tenis (ITF) y otros organismos.

Durante los primeros diez meses de 2023, se registraron más de 12,000 mensajes abusivos dirigidos a jugadores.

Sorprendentemente, el 48% de esos mensajes negativos provenían de apostadores que se sintieron frustrados por resultados que perjudicaron sus apuestas.

La creciente ola de agresiones ha llevado a la implementación de un sistema que utiliza Inteligencia Artificial para detectar estos mensajes, muchos de los cuales son de naturaleza sexista o sexualmente explícita.

Victoria Azarenka, ex campeona del Abierto de Australia, ha comentado sobre esta situación: ‘Nadie debería soportar el odio que muchos enfrentamos en estas plataformas.

Me alegra que tengamos herramientas para filtrar contenido y hacer de internet un lugar más seguro’. A pesar de estas iniciativas, parece que aún estamos en las etapas iniciales para combatir efectivamente el problema del acoso online.

El sistema de monitoreo, que opera en 39 idiomas, actualmente protege a más de 7,700 tenistas y 563 jugadoras en el circuito WTA. Las plataformas evaluadas incluyen X (anteriormente Twitter), Instagram, YouTube, Facebook y TikTok.

Recientemente, se detectaron 15 cuentas que superaron los límites legales y que han sido denunciadas a las autoridades.

A pesar de los esfuerzos, la guerra contra el acoso a los deportistas parece estar lejos de terminar.