El equipo cordobés, dirigido por el interino Pablo Guiñazú, logra una victoria esencial ante Gimnasia y se posiciona en buena forma para el próximo partido en la Copa Libertadores.

En un sorpresivo cambio de alineación, el capitán de Talleres, Guido Herrera, comenzó en el banquillo mientras que Javier Burrai ocupó el arco, siendo ovacionado tras su actuación.
Este movimiento se produjo en el debut de Pablo Guiñazú como entrenador interino, después de que el equipo sufriera una derrota 1-0 contra San Pablo en su primer partido de la Copa Libertadores.
Con la victoria de esta jornada, la decisión de Guiñazú fue validada y ahora el equipo se prepara para su próximo desafío contra Libertad de Paraguay en el torneo continental.
El partido ante Gimnasia comenzó con una clara intención por parte de Talleres de buscar el control del juego. Pronto, un cabezazo de Augusto Schott, tras un tiro de esquina, permitió a la T abrir el marcador. Solo dos minutos antes, el equipo cordobés había reclamado un penal por una mano de Jan Hurtado que fue ignorada por el árbitro. Sin embargo, tomar la delantera encendió los ánimos de Gimnasia, que empezó a presionar en busca del empate.
Durante la segunda mitad, Gimnasia se acercó al gol con un disparo de Rodrigo Castillo, pero el palo se interpuso entre el jugador y el grito de gol.
A pesar de las dificultades, Talleres llegó al segundo tanto cuando Nahuel Bustos falló un penal, pero Ulises Ortegoza estuvo atento al rebote, logrando marcar un derechazo que sentenció el partido a favor de los locales.
Con esta victoria, Talleres, que venía con altibajos y alejado de los puestos de clasificación, se posiciona en la zona de octavos en la Copa Libertadores.
Aún así, Gimnasia, que esperaba al menos un empate, salió con un sentimiento de frustración tras no conseguir el objetivo. A lo largo del encuentro, el equipo de Guiñazú mantuvo su solidez defensiva, concluyendo el partido con 10 hombres debido a la lesión de Rubén Botta, quien se retiró del campo poco después de ingresar como cambio en los últimos minutos.
Esto dejó al interino sin opciones para reemplazarlo en la alineación.
El partido terminó con una muestra clara de apoyo de los aficionados, quienes aplaudieron al arquero debutante Burrai. Además, el entrenador interino, Pablo Guiñazú, demostró su presencia en cada detalle y, con miras al próximo choque contra Libertad en la Libertadores, parece estar preparado para continuar construyendo sobre la victoria.
En la historia reciente de Talleres, este triunfo marca un giro necesario en su desempeño en el torneo, reflejando la resiliencia y las expectativas del equipo para avanzar en la competición internacional.