Sudán del Sur se recupera de un error inicial y gana a Puerto Rico en su primer partido olímpico de baloncesto, destacando el rendimiento colectivo del equipo.

En un inicio complicado marcado por un error con su himno, Sudán del Sur logró revertir la situación y llevarse una victoria de 90-79 frente a Puerto Rico, en su debut en el torneo olímpico de baloncesto en los Juegos Olímpicos de París 2024. Este encuentro se tornó emblemático para la nación más joven del mundo, que fue fundada en 2011 y ha enfrentado años de violencia interna, lo que la ha llevado a ser un símbolo de perseverancia y unidad.

El equipo sudanés, apodado como la "banda de refugiados", cuenta con jugadores que han tenido que establecerse en diversas partes del globo y luchan por construir su identidad a través del deporte.

En este partido, el equipo mostró un gran trabajo colectivo, con cinco jugadores anotando más de diez puntos: Carlik Jones lideró al equipo con 19 puntos, seguido por Marial Shayok con 15, Nuni Omot y Bul Kuol con 12 cada uno, y Peter Jok con 11 puntos.

Esta capacidad de resultar efectivos en el ataque fue clave para la victoria.

El encuentro no comenzó de la mejor manera para Sudán del Sur: se vio rápidamente en desventaja tras encajar un 8-0. Puerto Rico, que regresaba a los Juegos Olímpicos tras dos décadas —su última participación fue en Atenas 2004, donde sorprendieron con una victoria contra el equipo de los Estados Unidos—, empezó el partido con mucho ímpetu, guiados por su base José Alvarado, quien anotó 19 puntos en la primera mitad.

Sin embargo, un momento crítico ocurrió cuando Alvarado se torció el tobillo a solo tres segundos del final del segundo cuarto.

A pesar de ser llevado al vestuario, el jugador de New Orleans Pelicans mostró una gran determinación al regresar en la segunda mitad, sumando puntos cruciales para su equipo.

Por otro lado, Sudán del Sur mostró una notable resiliencia.

A pesar de los obstáculos iniciales, el equipo logró remontar y, con un mejor control en los rebotes y puntería en los triples, comenzó el último cuarto con una ligera ventaja de 71-69. A medida que avanzaba el partido, los jugadores sudaneses fueron ampliando su ventaja, materializando así una victoria que no solo simboliza un triunfo deportivo, sino también un triunfo emocional y representativo para su nación.

Es importante mencionar que este tipo de sorpresas en el baloncesto olímpico no son aisladas.

La historia recuerda cómo varios equipos poco conocidos han logrado hazañas memorables, como el famoso partido entre Estados Unidos y Puerto Rico en 2004. La atmósfera del torneo y el espíritu competitivo de los jugadores son factores que hacen del baloncesto olímpico un evento emocionante y lleno de sorpresas.

La victoria de Sudán del Sur se posiciona como un emotivo incentivo para sus aficionados, quienes, tras el desliz inicial, pudieron disfrutar de un partido memorable y esperanzador.