La gimnasta estadounidense Simone Biles vuelve a competir en los Juegos Olímpicos después de enfrentar problemas de salud mental en Tokio 2020, con el objetivo de añadir otra habilidad a su legado.

El Bercy Arena de París se convertirá este 28 de julio en el escenario de uno de los regresos más esperados en la historia del olimpismo moderno.

Este icónico recinto, que alberga anualmente el Masters 1000 de tenis, será testigo del regreso de Simone Biles a la competición olímpica, tras una difícil experiencia en Tokio 2020. En esa ocasión, la gimnasta más laureada de la historia enfrentó una crisis de salud mental conocida como 'twisties', que la llevó a decidir no participar en varias finales para cuidar de su bienestar emocional.

Hoy, ha logrado recuperarse y se presenta en París con una mentalidad renovada.

Acompañada por su equipo de compañeras, Biles competirá en las series clasificatorias, donde tiene la oportunidad de hacer historia una vez más.

Debutará en la subdivisión 2 a las 6:40 AM (hora de Argentina), donde buscará introducir una nueva habilidad a su ya impresionante repertorio.

La habilidad que Biles ha estado perfeccionando es un círculo al frente en la barra baja seguido de una pirueta de 540 grados, lo que marcaría su sexto elemento registrado en el Código de Puntos.

Este nuevo truco ha sido ejecutado con éxito durante los entrenamientos, dejando a muchos asombrados por su destreza.

Es importante mencionar que las barras asimétricas representan uno de los retos más difíciles para Biles, quien solo ha conseguido una de sus 37 medallas en este aparato.

En contraste, ha establecido habilidades propias en otros aparatos, como el salto, la barra fija y el suelo.

Un ejemplo notable es el Yurchenko Double Pike, también conocido como Biles II, una ejecución que ha llevado a cabo con maestría en sus recientes prácticas.

Con una mentalidad más ligera, en sus entrenamientos, Biles ha podido disfrutar de la experiencia, incluso fuera de la competencia, haciéndose fotos y compartiendo momentos con su amiga Jordan Chiles.

Esta actitud contrasta con la presión que sintió en Tokio, donde el peso de las expectativas casi la paraliza.

En 2021, su actuación se vio afectada por una situación que la llevó a obtener solo una medalla de bronce en la viga, a pesar de ser la gran favorita.

Después de Tokio, Biles se tomó un tiempo para alejarse del deporte, enfocándose en su vida personal y en ser empresaria.

En 2023, dio el paso de casarse con el jugador de la NFL Jonathan Owens y encontró en esta nueva etapa de su vida el impulso para regresar a la competición.

Su deseo de volver a los Juegos Olímpicos se basa en la convicción de que todavía tiene mucho que ofrecer y que su legado en la gimnasia está lejos de completarse.

"Nadie me obliga a hacerlo.

Me despierto cada mañana y elijo ir al gimnasio, para recordar que todavía puedo hacerlo", afirmó Biles tras sus exitosas actuaciones en los selectivos estadounidenses que le aseguraron un lugar en los Juegos Olímpicos de París.

La rompedora carrera de Biles la ha convertido en un ícono mundial del deporte, acumulando 37 medallas entre Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales, superando el récord anterior de 33 medallas de Vitaly Scherbo.

Con 27 años, el regreso de Simone a la competición no solo representa una oportunidad de brillar nuevamente, sino también de romper barreras y ser un símbolo de resiliencia y superación en el ámbito deportivo.

Su presencia en los Juegos de París promete ser un espectáculo fascinante, lleno de emoción y talento.