El equipo de Leandro Romagnoli ha sufrido una eliminación inesperada y la baja de dos jugadores clave debido a lesiones.
La eliminación de San Lorenzo de la Copa Argentina, tras ser derrotado por Vélez en los octavos de final, ha dejado una profunda huella en el equipo dirigido por Leandro Romagnoli.
La derrota por 3 a 1, que tuvo lugar el pasado martes, ha sido un golpe difícil de asimilar para el elenco del Ciclón.
Sin embargo, la preocupación no solo proviene de la eliminación del torneo, sino que se acentúa por las lesiones de dos jugadores esenciales: Malcom Braida y Eric Remedi.
Ambos futbolistas han sufrido esguinces en sus rodillas derechas, lo que representa una baja significativa para el equipo en una etapa crucial.
Después de la derrota, fueron sometidos a estudios médicos que confirmaron la gravedad de sus dolencias.
A pesar de que se descartó la posibilidad de un daño en los ligamentos, las torceduras que presentan comprometen su disponibilidad para los próximos partidos.
El delantero Malcom Braida, quien tuvo que ser reemplazado en el descanso, había estado jugando con molestias hasta que las circunstancias le llevaron a salir del campo en lágrimas, lo que refleja su dolor y frustración.
Por su parte, Eric Remedi fue sustituido en el minuto 34 del primer tiempo, evidenciando la necesidad del San Lorenzo de mantener un plantel competitivo en una temporada que se vislumbra intensa.
Con el próximo encuentro por la Liga Profesional frente a Atlético Tucumán acercándose rápidamente, el cuerpo técnico se encuentra en una situación crítica.
Además, el martes siguiente, San Lorenzo se medirá contra Atlético Mineiro en el partido de ida por los octavos de final de la Copa Libertadores, lo cual aumenta la presión sobre el equipo, ya que necesitan encontrar soluciones ante estas bajas.
Los primeros diagnósticos indican que ambos jugadores podrían estar alejados del campo de juego entre tres semanas y un mes.
Esto significa que, si el equipo quiere mantenerse en la conversación por el campeonato y avanzar en el torneo continental, deberá encontrar formas efectivas de suplir sus ausencias.
La situación de San Lorenzo pone en la mira la gestión del plantel y la necesidad de contar con un banco de suplentes que pueda responder en momentos complicados.
La plantilla, que ya había enfrentado dificultades en la liga, ahora se ve obligada a adaptarse nuevamente a la adversidad, buscando mantener el espíritu competitivo en una temporada ya marcada por altibajos.
Ambos esguinces podrían ser un punto crítico para el equipo, no solo a corto plazo, sino también a medida que presume una carga de partidos considerable en los próximos meses.
Con la vista en el futuro cercano, los hinchas esperan que las circunstancias cambien y que el cuerpo médico pueda ayudar a acelerar la recuperación de sus jugadores para que puedan regresar lo más pronto posible al eje del equipo.