El club argentino San Lorenzo reclama a la Conmebol por la agresión que sufrieron sus seguidores durante un partido en Belo Horizonte, pidiendo medidas para salvaguardar la seguridad de los hinchas.
San Lorenzo ha elevado un reclamo formal a la Conmebol tras los alarmantes episodios de represión sufridos por sus hinchas en el Arena MRV de Belo Horizonte, donde el equipo, dirigido por Leandro Romagnoli, se enfrentó a Atlético Mineiro en un partido crucial de los octavos de final de la Copa Libertadores.
A través de un comunicado extenso, divulgado en sus plataformas de redes sociales y firmado por Pablo García Lago, el club ha incluido "material fotográfico y fílmico" que complementa la denuncia sobre la "brutal represión policial" que enfrentaron sus aficionados en Brasil.
El comunicado detalla que San Lorenzo exige "una investigación exhaustiva sobre los hechos de violencia ocurridos antes, durante y después del partido", así como sanciones severas para los responsables de tales actos.
También enfatizan la necesidad de medidas que garanticen la seguridad y el respeto hacia los hinchas en futuros eventos, y un compromiso renovado por parte de la Conmebol para fomentar y resguardar los valores del juego limpio, el respeto y el fair play.
Los incidentes se produjeron el martes pasado, durante el partido de vuelta contra Atlético Mineiro.
San Lorenzo, para respaldar su posición, dio a conocer una cronología de los sucesos en los que destacan las agresiones de la Policía Militar brasileña.
Según el comunicado, a pesar de que los hinchas cumplieron con todas las recomendaciones de seguridad proporcionadas por el club, padecieron un "feroz ataque policial" que incluyó disparos de balas de goma y el uso de gases lacrimógenos, resultando en más de diez heridos.
La actuación del árbitro chileno Felipe González también fue criticada, ya que decidió detener el encuentro solamente cuando uno de los jugadores locales se desmayó tras inhalar gas lacrimógeno.
Sin embargo, la violencia no se limitó únicamente al interior del estadio; los hinchas de San Lorenzo también fueron objeto de una detención de más de dos horas durante su desconcentración.
Las autoridades requirieron violentamente los micros de los hinchas, lo que provocó la detención de cuatro personas.
El club, comprometido con la seguridad de sus aficionados, envió a dos de sus directivos, Martín Cigna y Leandro Goroyesky, a Belo Horizonte para asegurarse de que los hinchas heridos recibieran la atención adecuada y que aquellos que fueron detenidos pudieran regresar a Argentina.
Cigna, además de ser fanático del club, es abogado, mientras que Goroyesky es el tesorero del club y presidente del bloque de concejales Juntos Escobar.
A medida que la situación se desarrollaba, el Consulado argentino en Brasil tomó medidas y, bajo la dirección del cónsul Santiago Muñoz Martínez, logró liberar a los hinchas detenidos.
Posiblemente, regresarán a su país en las próximas horas.
San Lorenzo ha reafirmado su disposición para proporcionar toda la prueba necesaria a Conmebol para asegurar que estos incidentes sean Investigados.
La relación entre los hinchas argentinos y las autoridades brasileñas ha sido tensa durante años.
Existen numerosos antecedentes de violencia en partidos disputados en Brasil, como el reciente caso en noviembre de 2023, donde se registraron disturbios durante el superclásico entre Argentina y Brasil en el Maracaná. En el contexto de la profunda rivalidad futbolística sudamericana, la protección y el respeto por los hinchas son más necesarios que nunca, y San Lorenzo espera que su reclamo sea atendido con la seriedad que merece.