El club San Lorenzo se encuentra en medio de un conflicto interno luego de un año complicado, con la posible renuncia de su presidente y cambios en la estructura del club.

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San Lorenzo de Almagro atraviesa un momento crítico que ha llevado a la hinchada a la desesperación. Este 2024 se ha convertido en un año oscuro para el club, que culmina con una serie de eventos desafortunados. La situación se ha intensificado luego de la suspensión de la Asamblea donde se iba a proponer el Balance del año. Este evento, que debía ser una formalidad administrativa, fue dilapidado por una serie de disturbios que generaron el descontento de los aficionados, quienes no pudieron contener su ira tras una derrota en casa ante Tigre, cerrando así un torneo que para muchos fue un desastre.

La afición, visiblemente molesta, intentó acceder al sector donde se encuentran los vestuarios, generando un enfrentamiento con la Policía. Como resultado de estos incidentes, el clima en el club es cada vez más hostil. A pesar del campeonato ya concluido, la tormenta que se desató en San Lorenzo no amaina. Los rumores de un posible pedido de licencia del presidente Marcelo Moretti han comenzado a tomar fuerza. Sin embargo, desde su entorno aclaran que esto forma parte de una 'opereta', rechazando la idea de que Moretti renuncie en este momento crítico.

El propio Moretti había manifestado que la suspensión de la Asamblea era una cuestión 'política', apuntando a una posible desestabilización por parte de ciertos sectores.

Las tensiones sociales y políticas se han convertido en un tema recurrente en la vida del club desde sus históricas glorías. Recordemos que San Lorenzo, fundado en 1908, ha sido uno de los clubes más importantes del fútbol argentino, ganándose un lugar destacado en competencias nacionales e internacionales.


Sin embargo, por el camino, la gestión actual parece no haber encontrado el rumbo apropiado.

San Lorenzo quedó eliminado de importantes competencias, como la Copa Libertadores y la Copa Argentina, y su posición en la liga nacional deja mucho que desear.

A la vez, los históricos líderes del equipo, Rubén Darío Insúa y Leandro Romagnoli, se vieron obligados a dejar sus puestos como entrenadores, lo que ha sumado más incertidumbre.

En el ámbito institucional, la dimisión del secretario Pablo García Lago, quien pasó al bando opositor, fue un golpe más en esta autogestión que ya de por sí estaba tambaleando.

En la madrugada del lunes, se realizó una reunión interna del oficialismo, donde se discutieron las diversas posturas sobre cómo avanzar en esta situación crítica.

Acorde a un comunicado oficial emitido después de la reunión, Moretti no tomará licencia, pero cederá liderazgo en áreas importantes del club a su vicepresidente primero, Néstor Navarro.

Navarro, empresario uruguayo que ha aportado recursos económicos al club, será el encargado de dirigir un nuevo Departamento de Fútbol y liderar la reestructuración económica.

De esta forma, la historia de San Lorenzo, que ha pasado por numerosas vicisitudes a lo largo de los años, enfrenta ahora uno de sus episodios más complicados en la gestión que aspiraba a ser un renacimiento.