El entrenador de 69 años, Miguel Ángel Russo, compartió su estado de ánimo tras la reciente clasificación de San Lorenzo a cuartos de final, resaltando el valor de la familia y el esfuerzo del equipo.

Imagen relacionada de miguel angel russo expresa su cansancio y esperanza tras la victoria de san lorenzo

El director técnico de San Lorenzo, Miguel Ángel Russo, de 69 años, manifestó sentirse agotado y con pocas horas de sueño, pero con la satisfacción de haber conseguido un importante triunfo en el torneo de apertura 2025.

'Estoy engripado y casi sin dormir, pero ahora solo quiero tomar una pastilla y descansar para después pensar en lo que viene', comentó con una sonrisa.

La victoria del conjunto azulgrana en los cuartos de final tuvo un sabor especial, no solo por el resultado en sí, sino también por el componente emocional que rodeó al encuentro.

Russo, un entrenador con una vasta historia en el fútbol argentino, vivió una jornada llena de sentimientos, especialmente porque en el campo se enfrentó a su propio hijo, Ignacio Russo, jugador de Tigre.

Durante el partido, Miguel no pudo ocultar su emoción al ver a su familia en las gradas y, especialmente, en el momento en que su hijo jugaba en la cancha.

Tras el partido, expresó conmovido: 'Aquí está mi nieto, vino toda mi familia. También jugó mi hijo. Son pocos los que pueden juntar a la familia de esta manera. Es un día especial, más allá del resultado'.

El encuentro, que se jugó en el estadio de Boedo, fue mucho más que un partido de fútbol. La emotividad quedó reflejada en pequeños gestos, como cuando Nacho Russo, tras cumplir con los protocolos, se acercó al banquillo de San Lorenzo para saludar a su padre.

En ese momento, ambos compartieron un abrazo que simbolizó la unión más allá de la rivalidad deportiva.

Miguel, en declaraciones posteriores, remarcó la importancia del esfuerzo colectivo: 'Estoy contento con los jugadores y con la hinchada. El ambiente que se vivió al final fue algo que hace tiempo no se veía en San Lorenzo, y eso es muy positivo'. También destacó que, a pesar de haber jugado con diez jugadores desde los 12 minutos, el equipo mostró carácter y se adaptó bien a las adversidades.

'Nos dolió el gol del empate al principio, pero nos reponimos y logramos seguir adelante. Esto se logra con trabajo y convicción'.

En cuanto a la situación del club, el técnico reflexionó: 'Todo esto es mérito de los jugadores que entendieron en qué lugar estamos. Nadie nos regaló nada, pero dejamos todo en la cancha. Ahora deberemos solucionar algunos temas institucionales, y nosotros seguiremos haciendo nuestro trabajo'.

Finalmente, Russo habló sobre la importancia del apoyo del público y la influencia del aliento en los momentos decisivos. 'San Lorenzo siempre fue un club con historia y tradición, y su gente juega un papel fundamental. Después de marcar el gol, el aliento de la hinchada nos impulsó mucho para seguir adelante. La pasión de los hinchas es una de las fuerzas que nos mueve'.

Este día en Boedo quedará grabado en la memoria de muchos aficionados, no solo por el resultado deportivo, sino por la carga emotiva y la unión familiar, que convirtió el fútbol en un acto de amor y tradición que trasciende el deporte mismo.