San Patricio fue sede de una reconocida clínica infantil de rugby, con participación de figuras del Stade Toulousain de Francia, que buscó promover valores de inclusión, diversión y formación en el deporte.
Durante los días 5, 6 y 7 de diciembre, decenas de niños y adolescentes participaron en una clínica especial diseñada para potenciar su pasión por el rugby, al mismo tiempo que promovía valores fundamentales como el compañerismo, el respeto y la alegría en la práctica deportiva.
La clínica se llevó a cabo en un entorno que, pese a las altas temperaturas que alcanzaron los 40 grados, no mermó el entusiasmo de los pequeños participantes.
La vestimenta fue principalmente opcional para los niños, quienes optaron por camisetas de colores diversos, en algunos casos con camisetas reversibles, y gorros colorados que ayudaron a protegerse del sol.
El evento contó además con una estructura de apoyo que incluyó puestos informativos, cabinas de seguridad municipales y las instalaciones del propio club, que según su presidente, Guillermo Llousas, se rige por el lema "un club, una familia".
Uno de los mayores atractivos fue la presencia de Agustín Lauzurica, reconocido en el mundo del #rugby por su trayectoria y por su fuerte vínculo con San Patricio, donde consideró que más allá de la competencia, el rugby debe ser un espacio de diversión y formación.
También estuvo presente Émile Ntamack, exjugador y figura histórica del seleccionado francés en los años 90s, quien compartió sus conocimientos y experiencias con los niños.
Ntamack, de 55 años, remarcó que el objetivo de estas clínicas no es solamente buscar talentos, sino inspirar a los jóvenes a soñar con ser profesionales en el deporte y, en ese sentido, transmitir que el placer y la creatividad deben ir de la mano con el aprendizaje.
Un baile típico neozelandés que aporta ritmo y energía a la práctica del rugby
Los niños participaron en diferentes actividades, entre ellas ejercicios cooperativos, juegos y el tradicional ritual de aprender y practicar el "haka", un baile típico neozelandés que aporta ritmo y energía a la práctica del rugby.
El método de enseñanza de los franceses se basa en fomentar la camaradería y el apoyo mutuo, aspectos que Ntamack resaltó. "En el rugby, el apoyo y las palabras de aliento son lo más importante, más allá de las habilidades físicas. El deporte nos enseña a respetar las reglas, a ser solidarios y a divertirnos", explicó.
El carácter inclusivo del evento fue destacado por los organizadores, quienes aseguraron que el deporte, particularmente el rugby, es accesible para todos, independientemente de las capacidades físicas.
Este mensaje fue recibido con entusiasmo por los niños, que expresaron haber vivido una experiencia "fenomenal". Además, durante el fin de semana, los pequeños pudieron firmar camisetas, gorros y jugar en conjunto, fortaleciendo el sentimiento de pertenencia y la identidad del club San Patricio.
Lauzurica agregó que el rugby tiene un impacto positivo en la #formación de los jóvenes, ayudándolos a desarrollar valores como la actitud, el esfuerzo y la camaradería.
"Este deporte me enseñó a ser responsable y a querer a mis compañeros", comentó uno de los niños, que además expresó su deseo de seguir practicando y soñando con el rugby profesional.
La presencia del #Stade Toulousain en Argentina representa también un intercambio cultural y deportivo que enriquece a las nuevas generaciones, fomentando la idea de que el deporte es una vía para construir comunidad y valores.
Al concluir la clínica, todos los participantes coincidieron en que la experiencia fue muy enriquecedora, y agradecieron la oportunidad de aprender de figuras internacionales, acercándose así a sus sueños deportivos.
