Hace diez años nació Jaguares, la apuesta de la Unión Argentina de Rugby por llevar el rugby profesional a otro nivel en Argentina y el mundo, dejando un legado que aún se recuerda.
Este hito no solo representó una apuesta económica y deportiva, sino que también simbolizó el crecimiento y la consolidación del #rugby argentino en el escenario mundial.
Jaguares nació con la intención de potenciar el desarrollo de los jugadores nacionales y elevar el nivel del rugby en Argentina. Inspirada en franquicias de otros países del hemisferio sur, esta iniciativa buscaba competir con las mejores ligas y franquicias de Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia y Japón.
La camiseta de Jaguares, de color naranja vibrante, se convirtió en símbolo de esperanza y profesionalismo para el rugby argentino.
La franquicia debutó en 2016, en una edición en la que participaron 18 equipos, en un contexto de expansión del torneo. Su primer esquema de competencia incluyó enfrentamientos con rivales de Nueva Zelanda, Japón y Sudáfrica, sin involucrar a Australia. La campaña inicial fue discreta, con un récord de cuatro victorias y once derrotas, ocupando posiciones medias en la tabla, sin acceder a los playoffs.
Sin embargo, el esfuerzo sirvió para que el equipo adquiriera experiencia y reconocimiento.
Con el paso de los años, #Jaguares comenzó a crecer. En 2018, bajo la dirección del entrenador Mario Ledesma, el equipo logró su mejor resultado hasta ese momento: clasificó a los playoffs y alcanzó los cuartos de final, eliminando a rivales de alto nivel y mostrando un nivel competitivo que llenó de orgullo a todo el país.
El siguiente año fue aún más memorable: en 2019, Jaguares consiguió once victorias en 16 partidos, llegando a la final del torneo tras hacer historia al vencer a equipos como los Lions sudafricanos en cuartos y al Brumbies australiano en semifinales, en partidos memorables jugados en Vélez Sarsfield.
La final, disputada en Christchurch frente a los Crusaders, uno de los equipos más poderosos del hemisferio sur, fue un duro revés para los argentinos, pero sirvió para consolidar la idea de que el rugby argentino había alcanzado un nivel competitivo importante.
Pero el impacto de Jaguares trascendió el plano deportivo
El sueño de obtener el título se vio truncado por la derrota en la final, pero el impacto de Jaguares trascendió el plano deportivo. La franquicia fue una fuente clave de ingresos económicos para la Unión Argentina de Rugby y una plataforma de formación para muchas generaciones de jugadores.
En ese tiempo, La camiseta de Jaguares fue vista como la proyección profesional que aspiraban todos los jóvenes talentos del país.
No obstante, la llegada de la pandemia de COVID-19 en 2020 alteró radicalmente el escenario deportivo mundial. La suspensión del #Super Rugby y las restricciones en los viajes internacionales afectaron de lleno al torneo y a la continuidad de Jaguares en su formato original.
La incertidumbre llevó a que muchos jugadores clave buscaran oportunidades en clubes de Europa, donde las competiciones continuaron con menor impacto económico.
Con el tiempo, Nueva Zelanda y Australia optaron por crear campeonatos locales que reducirían los costos y desafíos logísticos, mientras que Sudáfrica anunció que sus principales franquicias participarían en la European Pro League a partir de 2021.
La franquicia argentina, rebautizada como Jaguares XV, se integró a la Superliga Americana, un torneo que buscaba mantener vivo el espíritu del rugby profesional en la región.
En 2021, en su primera temporada, Jaguares XV conquistó el título de la Superliga Americana, ganando todos sus partidos con puntos bonus, una hazaña que reafirmó la calidad del rugby argentino en la región.
Sin embargo, en 2022, el equipo quedó eliminada en semifinales, consolidando su papel como una franquicia en transición.
