El equipo de River Plate continúa enfrentando dificultades en las series de penales, acumulando una serie negativa que afecta su rendimiento y confianza en momentos clave. La historia del club revela que en los últimos cuatro años ha perdido ocho definiciones desde los doce pasos, una tendencia que lo coloca como uno de los más afectados en el fútbol mundial.

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El conjunto de River Plate sigue atravesando un momento complicado en las definiciones por penales, una situación que no es reciente, sino que tiene raíces profundas en su historia.

En los últimos cuatro años, el equipo ha sufrido ocho derrotas en series de penales, un récord negativo que refleja una problemática que va más allá de la casualidad.

Pese a los esfuerzos del arquero Franco Armani, que ha mejorado notablemente su rendimiento en esas circunstancias y logró atajar algunos remates en los últimos partidos, las fallas de los pateadores han sido determinantes para el resultado final.

Este patrón desfavorable no es casualidad y se inscribe dentro de una tendencia histórica que revela que River ha perdido el 63% de sus definiciones en series de penales a lo largo de su historia, enfrentando un total de 51 partidos en los que ha salido derrotado en 32 ocasiones.

Solo en los últimos años, estas series se han convertido en una pesadilla recurrente para el club, que en la actualidad vive su peor racha, acumulando ocho derrotas consecutivas desde los penales.

Para poner en contexto, en las principales ligas del mundo, pocas instituciones muestran una situación similar. En Italia, por ejemplo, el Genoa acumula siete derrotas consecutivas en penales, mientras que en Inglaterra, el Crystal Palace ha sufrido seis en fila.

En Francia, el Saint-Étienne pierde en esa instancia en cinco ocasiones consecutivas, y en Alemania, Borussia Dortmund en cuatro. El equipo brasileño Fortaleza tiene una racha similar, con tres derrotas seguidas, además de haber perdido seis de sus últimos siete enfrentamientos en series decisivas.

El entrenador de River, Marcelo Gallardo, ha mencionado en varias ocasiones que los entrenamientos no reflejan la tensión de una definición en un estadio con la presión de las tribunas y lo que está en juego.

Sin embargo, el cuerpo técnico trabaja en mejorar la preparación de los jugadores en este aspecto, analizando a los rivales y realizando prácticas informales de penales para preparar a los pateadores y arqueros.

Armani, aprovechando las críticas recibidas en el pasado, ha logrado evolucionar en su rendimiento y ahora ataja remates en series decisivas, lo cual es un incentivo para el equipo.

No obstante, los errores de los jugadores han sido cruciales en los últimos partidos. En la serie contra Talleres y Platense, por ejemplo, los remates fallidos de Facundo Colidio, Manuel Lanzini y Sebastián Driussi permitieron que el rival tomara ventaja y asegurara la clasificación.

Además, en esas definiciones, River no pudo aprovechar al máximo el envión anímico tras un empate en el último minuto, perdiendo oportunidades que podrían haber representado un golpe anímico para sus adversarios.

Lo que más preocupa es que estas derrotas no solo afectan en lo inmediato, sino que también generan un impacto en la confianza del equipo en instancias críticas.

La última victoria de River en penales fue en 2019, en los octavos de final de la Copa Libertadores frente a Cruzeiro en Belo Horizonte. Desde entonces, las derrotas en series de penales se han acumulado en distintos torneos, incluyendo eliminaciones en la Copa Argentina, la Copa Sudamericana y la Copa Libertadores, además de torneos nacionales.

Este patrón negativo genera una sensación de negatividad en el vestuario y entre sus hinchas, quienes esperan que, con trabajo, experiencia y mayor concentración, puedan revertir esta tendencia.

La historia y las estadísticas demuestran que, si bien las rachas adversas pueden parecer insuperables, con análisis y esfuerzo, es posible cambiar el rumbo y volver a ser competitivos en definiciones desde el punto penal.

La mejoría del arquero Armani es un paso en esa dirección, pero la responsabilidad también recae en los pateadores, cuyo desempeño en momentos decisivos será crucial para romper esta mala racha y devolverle la tranquilidad al club y a sus seguidores.