El equipo dirigido por Marcelo Gallardo no consigue mostrar su mejor versión y se conforma con un empate en Mendoza, en un partido donde las oportunidades se desperdiciaron.

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El estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, aunque no tiene la grandeza del Monumental, fue testigo de un encuentro que dejó mucho que desear para los hinchas de River Plate.

A pesar de la ausencia de una cifra adecuada en las gradas, se escucharon claramente los reclamos de los aficionados: “Movete, River, movete” y “pongan más huevo, pongan más corazón”, expresando la frustración por el inicio complicado de este 2025 para el conjunto dirigido por Marcelo Gallardo.

El partido, que terminó en un desalentador cero a cero, estuvo marcado por las dificultades que enfrentó el equipo de Núñez. Godoy Cruz, consciente de sus limitaciones, se plantó con dignidad en el campo y dejó en evidencia las falencias del 'Millonario', que sigue buscando su mejor forma.

A pesar de que River tenía en teoría un plantel para ensamblar dos alineaciones competitivas, la falta de conexión en el juego hizo que los nuevos integrantes del once inicial no lograran acoplarse de manera efectiva.

En este encuentro, Gallardo realizó una notable rotación en el equipo, modificando a casi la mitad de los titulares con respecto al último partido contra Independiente.

Jugadores clave como Montiel, Martínez Quarta y Enzo Pérez fueron sustituidos por Bustos, Pezzella y Kranevitter, entre otros. Aunque algunos podrían argumentar que, con la calidad de los futbolistas a disposición, no debería haber problemas de adaptación, la realidad fue muy distinta en el campo.

Desde el inicio, River mostró destellos de lo que puede ser, con un Simón activo, filtrando pases a los delanteros. Sin embargo, esa dinámica se disipó rápidamente, y el equipo se vio atrapado en la presión del Godoy Cruz. El cuadro local, que había sumado solo un punto en lo que va del torneo Apertura, hizo un gran trabajo defensivo, reduciendo los espacios y presionando intensamente.

Se notó especialmente en el trabajo de Bastián Yáñez, cuyo desempeño puso en apuros a Fabricio Bustos.

Con el paso del tiempo, Marcelo Gallardo tuvo que ajustar su estrategia, optando por un sistema de 4-3-3 al incluir a Lanzini, buscando más profundidad con Pity Martínez.

Desgraciadamente, la falta de entendimiento entre los delanteros impidió que el equipo se acercara al gol. Se realizaron algunos intentos, como los disparos de Martínez y Acuña que exigieron al arquero rival, pero Godoy Cruz no se quedó atrás y también mostró su potencial ofensivo, poniendo en aprietos a Armani.

A medida que el tiempo transcurría, River se esforzaba por encontrar el camino hacia la victoria, pero ni los cambios ni las modificaciones en el mediocampo lograron mejorar su desempeño.

La sensación de agotamiento fue palpable y, al final, el 0-0 dejó a Godoy Cruz con un sabor dulce, mientras que en el lado de River, los lamentos eran evidentes.

Este empate, que se siente más como un fracaso que un logro, habrá de servir de lección para un equipo que tiene mucho talento, pero que necesita urgentemente hallar su rumbo.