El pasado encuentro entre River Plate y Temperley por los 16vos.

de final de la Copa Argentina dejó al descubierto las vulnerabilidades del conjunto de Núñez.

Tras un empate 1-1 en los 90 minutos, el equipo dirigido por Martín Demichelis cayó en la tanda de penales, acumulando así seis derrotas consecutivas desde los 12 pasos, con cuatro de esas derrotas bajo el arco de Franco Armani.

Esta nueva caída también evidenció la dificultad que tiene River para ganar fuera del Estadio Monumental.

Además, las críticas acerca de la falta de liderazgo en el equipo se acentuaron, especialmente después de que Demichelis tomara la inusual decisión de dirigir unas palabras de aliento a sus jugadores previo a la definición por penales.

El discurso del entrenador, que se volvió viral en las redes, generó diversas reacciones.

Algunos destacaron la valentía de Demichelis al enfrentar la situación con un enfoque diferente, mientras que otros lo criticaron por su forma de comunicarse con los futbolistas.

Lisandro Bregant, experto en narrativas deportivas, identificó varios errores en la arenga del DT. Por un lado, señaló que pedir un cambio en el lenguaje corporal de los jugadores como un deseo personal es contraproducente.

Además, cuestionó la instrucción de olvidarse de factores externos, como la presión del público, considerando que es biológicamente imposible.

Por último, resaltó el error de Demichelis al conectar el empate en el tiempo reglamentario con la falta de solidez defensiva del equipo, generando un impacto negativo en la mente de los jugadores en lugar de ayudarlos a superar esa situación con optimismo.

La derrota de River Plate en la Copa Argentina ha generado un profundo análisis sobre la gestión del equipo y las decisiones del cuerpo técnico.

Demichelis enfrenta ahora el desafío de corregir las falencias detectadas y recuperar la confianza de sus dirigidos para encarar los próximos desafíos con determinación y eficacia.