El equipo de River Plate sufrió una derrota por 3-1 en Brasil, en un encuentro donde se observaron actuaciones destacadas y errores que pesaron en el marcador final. Maximiliano Salas fue la figura del conjunto argentino, mientras que los defensores tuvieron un desempeño aceptable, pero Kevin Castaño sufrió un rendimiento deficiente. La derrota fue un golpe duro en su camino hacia la clasificación en la Copa Libertadores.
La derrota complica las aspiraciones del Millonario en la fase de grupos de la Copa Libertadores
El encuentro se disputó en el Estadio Allianz Parque, un escenario conocido por su fervor y su ambiente intimidante para los equipos visitantes. La derrota complica las aspiraciones del Millonario en la fase de grupos de la Copa Libertadores, aunque aún mantienen la esperanza de avanzar.
El equipo dirigido por Marcelo Gallardo mostró algunos momentos de buen juego, pero también cometió errores que se tradujeron en goles del adversario.
Maximiliano Salas, quien jugó como único delantero durante la mayor parte del encuentro, fue la figura destacada del conjunto argentino. El atacante chileno anotó un gol de cabeza que hizo soñar a los hinchas con una remontada épica. Su esfuerzo, pelea y determinación en la cancha fueron notables, y fue claramente el jugador más destacado del encuentro.
Los defensores centrales de River, en general, tuvieron un desempeño aceptable, manteniendo cierta solidez en la línea defensiva. Sin embargo, no lograron evitar las ocasiones peligrosas del rival, que aprovecharon errores y desatenciones. En cuanto a Juanfer Quintero, sus destellos de calidad y sus pinceladas de fútbol lograron alegrar a la afición y aportar buen ritmo al equipo en algunos minutos.
Quintero, reconocido por su creatividad y su precisión en los tiros libres, dejó detalles de su categoría, aunque su presencia fue desapareciendo con el transcurso del partido.
Por otro lado, la actuación de Kevin Castaño fue para el olvido. El mediocampista colombiano desperdició una oportunidad inmejorable en los últimos minutos de la primera mitad, al intentar gambetear al arquero cuando lo correcto era definir con más precisión.
Además, estuvo errático en sus entregas, provocando contraataques peligrosos del adversario y sumándose a la lista de errores que terminaron por castigar a River.
Castaño fue, sin duda, el peor rendimiento del equipo en tierra brasileña.
En el apartado de las lesiones y amonestaciones, hay que resaltar que Juan Portillo salió rápido del campo por un golpe en las costillas y fue reemplazado por Enzo Pérez.
El mediocampista argentino tuvo dificultades para adaptarse al ritmo del juego, aunque posteriormente logró poner orden en el mediocampo. Marcos Acuña, por su parte, fue muy activo en defensa, pero cometió un penal y fue expulsado por doble amonestación, lo que dejó a River con diez jugadores en buena parte del segundo tiempo.
En la delantera, Maximiliano Salas fue el mejor, no solo por su gol, sino también por su incansable lucha contra los defensores rivales. Lo acompañó en esta tarea Lautaro Rivero, quien también realizó un buen trabajo en la marca, aunque acusó fatiga por la cantidad de duelos que enfrentó.
Kevin Castaño, en cambio, no encontró su lugar en el campo y fue reemplazado por Facundo Colidio, quien tampoco logró hacer la diferencia.
La historia del fútbol sudamericano está repleta de capítulos memorables y enfrentamientos épicos. River, por ejemplo, en 2018 logró una de sus remontadas más famosas frente a Olímpia, en la que eliminó al gigante paraguayo tras perder el partido de ida.
Sin embargo, en esta ocasión, los errores de concentración y la incapacidad para definir en las oportunidades claras pesaron demasiado.
Palmeiras, con un plantel experimentado y un entorno que puso a prueba la paciencia del visitante, se mostró sólido y efectivo, aprovechando sus ocasiones para asegurar la victoria.
La derrota complica la clasificación de River, que ahora tendrá que redoblar esfuerzos en la próxima fase, enfrentando a rivales con mayor experiencia y mejor estado de forma.
