El equipo de Racing logra un valioso triunfo ante Unión, aunque su actuación generó dudas sobre su consistencia en el juego.

En un giro dramático durante el partido, Racing Club pasó de la frustración a la euforia en cuestión de minutos.

Lo que comenzó como una lucha reñida contra Unión se transformó en una victoria que resalta la calidad individual de sus jugadores, gracias al gol decisivo de Agustín Almendra, quien con un potente disparo desde fuera del área selló el destino del encuentro.

A pesar de la victoria, Racing parece navegar en aguas inestables, teniendo que lidiar con una situación que podría tornar su éxito en una montaña rusa emocional.

Si bien los tres puntos son cruciales para ascender en la clasificación donde Huracán los espera como su próximo rival en Parque Patricios, la falta de estabilidad en sus presentaciones continúa siendo motivo de preocupación para el entrenador Gustavo Costas.

El primer tiempo mostró una destellante actuación de Santiago Sosa, encargado de abrir el marcador para los locales.

En un partido donde la consistencia fue escasa, Racing solo supo aprovechar la individualidad de sus jugadores, mientras que la ausencia de cohesión en su juego colectivo fue evidente.

Unión, por su parte, mostró determinación, atacando por los costados con Lautaro Vargas y Bruno Pittón, quienes equilibraron las acciones.

De hecho, el equipo visitante estuvo cerca de anotar en una jugada que terminó en el travesaño tras un cabezazo de Claudio Corvalán.

El dominio inicial de Racing se vio reflejado rápidamente en el minuto 10, cuando Agustín Almendra aprovechó un tiro de esquina.

Su excelente asistencia al área permitió que Sosa anotara el primer gol de la noche.

Sin embargo, el entusiasmo duró poco ya que Unión ajustó su estrategia, mejorando el control del balón a través de centros precisos y desbordes que desestabilizaron a la defensa local.

Juan Fernando Quintero, estrella del equipo, tuvo un rendimiento poco destacado en la primera mitad, lo que condujo a Costas a evaluar cambios tácticos en la segunda parte al optar por Johan Carbonero para aumentar la velocidad en el ataque.

A medida que se desarrollaba el segundo tiempo, Racing se mostró en desventaja, con Unión igualando el marcador gracias a un buen remate de Gonzalo Morales.

Sin embargo, la reacción de Racing fue casi instantánea.

Almendra, tras ejecutar hábilmente una jugada de contraataque, volvió a poner a su equipo en ventaja, aprovechando un error de la defensa rival.

Esta acción, sumada a la expulsión del capitán de Unión, dio un giro crucial al partido.

Aun así, Racing no logró calmar la tensión del juego, lo que generó un constante nerviosismo en sus filas, dejando entrever la fragilidad de su rendimiento.

Con el pitido final, los jugadores de Racing celebraron la victoria, aunque los murmullos en las tribunas evidenciaron que la satisfacción del resultado contrastaba con la preocupación por un rendimiento inconsistente.

Ahora, Racing se encuentra a solo dos puntos de Huracán en la tabla de la Liga Profesional, pero también consciente de que necesitarán elevar su nivel de juego para permanecer en la lucha por el título.