Racing mostró su mejor versión y venció con contundencia a Argentinos Juniors en un partido que lo consolida como favorito en la Liga Profesional.

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Necesitaba conectar con su afición.

Percibir ese apoyo que trasciende el aliento que siempre está presente en el Cilindro.

Transmitir desde el terreno de juego para recuperar la confianza de las gradas.

El equipo mostró su mejor versión y Racing demolió a Argentinos Juniors.

Después del bochorno en Córdoba, donde iba ganando 4 a 1 y terminó empatando 4 a 4, la Academia derrotó a Coquimbo en la Sudamericana, pero anoche exhibió un nivel sobresaliente.

Y los aplausos inundaron el estadio.

Para reafirmar las aspiraciones en una Liga Profesional donde Racing será uno de los protagonistas.

Por fin, luego de tantas irregularidades, Racing ofreció certezas en el aspecto táctico y en la cohesión del equipo, principalmente.

Las ausencias de Facundo Mura, Santiago Solari y Baltasar Rodríguez obligaron a Gustavo Costas a realizar cambios.

Volvió a la línea de tres defensores en el fondo, con Santiago Sosa como líbero, y colocó a los laterales, Gastón Martirena por la derecha y Gabriel Rojas por la izquierda.

En este contexto, el 3-4-3 tuvo mucha amplitud y, a pesar de la presencia de Agustín Almendra como conector, no se generaron tantos pases.

Por el contrario, fue directo, incisivo y creó peligro en el área de Diego Rodríguez, quien llegó al Cilindro con guantes y botines rojos, característicos de su pasado en Independiente, y tuvo una gran actuación bajo los tres palos.

Racing fue intenso, dominó y ganó los duelos individuales.

Recuperó rápidamente el balón y lastimó por las bandas.

Especialmente por la derecha, donde Martirena se destacó con valentía y Maximiliano Salas fue un delantero incisivo, complicando a Nicolás Oroz, un mediocampista creativo que sufrió en la fase defensiva, exigido por una labor que no le resulta cómoda, la marca.

La Academia necesitó veinticinco minutos para superar la resistencia de Rodríguez.

El arquero le detuvo dos remates impresionantes a Almendra.

Uno casi en la línea de gol, tras un desborde de Salas, y otro luego de una gran jugada que incluyó un pase profundo de Agustín García Basso, un centro de Martirena y un remate de Francisco Solano, potente, rasante, que encontró las manos firmes del guardameta.

Y poco después, hubo un tiro libre de Salas que Rodríguez sacó del ángulo.

Hasta que Racing fabricó un golazo.

Todo comenzó con una recuperación de Salas, el jugador más activo.

Luego, llegaron cuatro toques hasta que Carbonero habilitó a Rojas y el centro al segundo palo encontró a Martirena libre para definir con un potente remate.

El lateral celebró efusivamente, pues venía siendo cuestionado.

Argentinos no logró desplegar su juego.

Fue superado por un rival decidido a presionar en todos los sectores del campo.

El 4-3-3 no funcionó. Aun así, tuvo sus oportunidades.

Como esa doble atajada de Arias ante Gastón Verón y Maxi Romero que el asistente Juan Mamani consideró fuera de juego, aunque de haber entrado, el VAR podría haber intervenido.

O un cabezazo de Alan Lescano que pasó muy cerca del poste derecho.

O ese tumulto en los minutos finales, cuando Sosa y Di Césare se asociaron peligrosamente.

El resultado fue corto para Racing, que además estrelló un remate en el poste a cargo de Carbonero y un tiro libre de Martirena que atajó Rodríguez.

Argentinos se sostuvo en las intervenciones del Ruso y llegó al descanso con una ventaja que le permitía mantenerse con vida.

Pablo Guede realizó cambios de manera temprana para equilibrar el centro del campo.

Ingresaron Emiliano Viveros y Juan José Cardozo, Román Vega se ubicó en la defensa y se desmanteló la línea de cuatro.

Argentinos lució peligroso.

Sin embargo, Francisco Álvarez cometió un error.

Estaba amonestado y lanzó una entrada brusca a Maravilla frente al árbitro, que le mostró la segunda amarilla.

A partir de ese momento, Argentinos se desinfló y Racing dominó el encuentro.

Carbonero encendió los motores.

Salas fue imparable.

Y si el gol del colombiano no llegó antes, fue por otra excelente atajada de Rodríguez.

Hasta que, tras recuperar el balón en la salida visitante, Carbonero ejecutó un remate imposible de detener.

Fue un golazo que sentenció el encuentro.

Hubo más modificaciones en ambos equipos, pero Racing siempre llevó la batuta, propenso al contragolpe dada la cantidad de espacios.

Ingresaron los otros dos colombianos, Juanfer y Roger.

Y en los instantes finales, Quintero habilitó a Martirena, cuyo centro encontró la cabeza de Martínez para marcar un gol espectacular.

Los hinchas enloquecieron, pues el equipo, en esta ocasión, demostró serias credenciales para competir en la temporada.

Precio medio de la entradas convertido a Euros: 80€

Valor promedio de cada gol anotado: 50.000€

Cantidad de espectadores registrados: 40.000 personas