Racing logra una vital victoria en la Copa Sudamericana, superando a Huachipato en un partido que reafirma el compromiso del equipo con el torneo.

Racing Club necesitaba una victoria, pero no solo eso: era fundamental una actuación convincente para recuperarse de la reciente derrota en casa ante Gimnasia.

En el torneo que el técnico Gustavo Costas ha establecido como prioridad, el equipo argentino hizo un notable trabajo en Viña del Mar, logrando una victoria que lo acerca a los cuartos de final de la Copa Sudamericana.

El triunfo ante Huachipato comenzó a gestarse en la primera parte, pero se selló cerca del final del partido, justo cuando los sufridos aficionados que viajaron a la costa estaban inquietos por la cantidad de oportunidades que dejaban escapar.

A diferencia de otras ocasiones, Racing no se dejó intimidar y tomó la delantera.

Su arquero Gabriel Arias tuvo un partido tranquilo en la segunda mitad, lo que refleja la solidez defensiva del equipo.

La vuelta se jugará el próximo martes en Avellaneda, donde los aficionados esperan que su equipo reafirme la ventaja.

En esta ocasión, Costas optó por alinear a sus mejores jugadores, lo que se tradujo en una mejora notable en el rendimiento del equipo.

Se introdujeron tanto cambios en la alineación como en el sistema táctico, implementando una línea de cuatro defensores que resultó efectiva.

Facundo Mura ocupó el lateral derecho, mientras que Leonardo Sigali y Santiago Sosa se posicionaron en el mediocampo, este último destacándose en su función habitual.

Sosa, exjugador de River Plate y Atlanta United, fue vital para el equipo.

No solo proporcionó salida al juego, sino que también se posicionó como un tercer defensa en momentos críticos, ayudando a mantener el control del medio campo junto a Agustín Almendra.

Otro jugador que resaltó fue Baltasar Rodríguez, quien aportó un manejo y dinamismo considerable, destacándose en sus acciones.

Sin embargo, el más desequilibrante fue Johan Carbonero, que mostró su habilidad en el primer tiempo.

Su velocidad y destreza resultaron clave en la jugada que precedió al primer gol, donde asistió a Maravilla Martínez, cuyo lanzamiento impactó en el travesaño.

El primer gol llegó tras una combinación rápida: Baltasar recuperó el balón, Maravilla abrió para Gabriel Rojas, quien filtró el pase para Carbonero.

Con un gran desborde, el colombiano ofreció un centro que encontró a Martínez, quien continuó con una arremetida y consiguió marcar para Racing, poniendo el 1-0 en el marcador.

El equipo mostró una mejora notable con la línea de cuatro, conservando su característico estilo ofensivo.

A Racing le costó un poco acomodarse al inicio, ya que Huachipato controlaba la posesión y fabricaba jugadas, con Gonzalo Montes como principal organizador, aunque sus intentos no lograron concretar.

Con el ingreso de Juan Fernando Quintero en la segunda parte, Racing tomó el control del partido.

A pesar de que Costas decidió sustituir a Carbonero, Quintero evocó al talento y creatividad que el equipo había estado necesitando.

Rojas se mostró desafiante por el costado izquierdo, y Almendra se liberó para generar más juego.

Una de las jugadas más destacadas fue un disparo de media distancia de Sosa, que fue desviado por el arquero rival, Fabián Cerda, simbolizando la insaciable búsqueda de más goles.

Finalmente, el árbitro Roberto Pérez concedió un penal que fue corregido por el VAR tras una falta a Maravilla en el área.

Quintero, desde el punto penal y con precisión, selló el 2-0 para Racing, lo que evidencia un cambio positivo en el equipo justo cuando más se cuestionaba a su entrenador.

Su desafío ahora es repetir la hazaña de 1988 y volver a ser campeones internacionales.