El club Racing atraviesa un proceso de transformación institucional y financiera, presentado en un informe que revela fallas estructurales, desequilibrios económicos y avances en gestión deportiva y social, tras un año de cambios en su dirección.

El documento, de 186 páginas, analiza profundamente el estado estructural, institucional y económico del club, y revela tanto sus desafíos como los avances logrados.
El informe señala que, en el pasado reciente, Racing enfrentaba “falencias estructurales y sistémicas” que afectaban su funcionamiento interno y su gestión.
Además, apunta que varias decisiones operativas se habían tomado de forma aislada, sin una articulación efectiva entre las áreas del club, ni utilizando herramientas de control de gestión adecuadas.
Una de las críticas principales fue hacia el manejo presidencialista del anterior liderazgo, planteando que era necesario un cambio para incrementar la eficiencia y la transparencia.
Desde lo económico, el informe revela un saldo de caja y cuentas por aproximadamente 1,320 millones de pesos argentinos (unos 14 millones de euros, según el tipo de cambio actual).
Sin embargo, uno de los puntos preocupantes es la baja inversión en activos financieros; la inversión en colocaciones era de apenas 22 mil euros. Por otro lado, las deudas por transferencias de jugadores, incluyendo derechos de formación, cuotas, préstamos y otros acuerdos, sumaban cerca de 835 mil euros, cifra que supera ampliamente a los ingresos por ventas y transferencias, dejando al club con un importante pasivo en el ámbito futbolístico.
Otra gran problemática es el pasivo total relacionado a obligaciones con jugadores, representantes, clubes y proveedores, que se elevaba a más de 592 millones de euros.
La diferencia entre los ingresos y obligaciones refleja un desequilibrio financiero que requiere una estrategia sostenida para su corrección. Además, el informe destaca inconsistencias en la documentación de ventas y contratos, con cuentas bancarias cerradas o sin respaldo documental apropiado.
El análisis laboral también aporta datos importantes. Se identificó una nómina de 635 empleados, con un promedio de antigüedad de 11 años, sin un organigrama formal ni políticas claras de gestión de recursos humanos.
Esto implicaba un impacto económico significativo, estimado en más de 83 millones de euros anuales en conceptos de ausentismo y horas extras, gastos que deberían ser optimizados.
En cuanto a infraestructura, las sedes y los predios deportivos enfrentaban un grave deterioro. La sede Villa del Parque, el predio del Cilindro y otros espacios mostraban problemas de seguridad y mantenimiento. En particular, el campo de juego de Racing en Avellaneda presentaba un estado lamentable, con problemas en los sistemas hidráulicos y en los accesos, lo cual afectaba el rendimiento del equipo y la experiencia de los hinchas.
Durante el año, el club inició obras de mejora que se retoman en algunos casos. La obra del Centro de Ezeiza, que había sido paralizada, será continuada tras una próxima licitación. En términos de marketing y relaciones institucionales, el club logró aumentar significativamente los contratos con patrocinadores, como Betsson (+300%), RUS (+72%) y Cetrogar (+1415%), fortaleciendo así los recursos propios.
El aspecto deportivo también refleja desafíos; la situación contractual de los jugadores es compleja, con unos 70 vínculos activos y reclamaciones salariales pendientes.
Sin embargo, la renovación de destacados futbolistas, como Adrián ‘Maravilla’ Martínez, con una cláusula de rescisión estimada en aproximadamente 120 millones de euros, marca una apuesta por mantener el nivel competitivo.
El área de scouting, vital para la captación de talentos, se encontraba en un estado de obsolescencia, con falta de equipamiento y bases de datos actualizadas.
En lo que respecta al fútbol femenino, se destinó un presupuesto mensual de aproximadamente 6000 euros, mientras que el fútbol amateur continuó en proceso de fortalecimiento con nuevas incorporaciones y contratos.
El club también ha enfocado esfuerzos en la gestión social y de socios. A mayo, la base social activa alcanzaba las 92,600 personas, con un crecimiento del 4,5% en seis meses y un aumento de más del 39% en nuevos socios en comparación con el mismo período del año anterior.
Mejorar la infraestructura y fortalecer la gestión deportiva
El presidente Milito expresó optimismo, indicando que “estamos en el camino correcto”, aunque reconoce que quedan muchos desafíos por delante. La prioridad es continuar ajustando la estructura financiera, mejorar la infraestructura y fortalecer la gestión deportiva, con el objetivo de devolver a Racing a los primeros planos del #fútbol argentino y sudamericano.