Una mirada a cómo un desliz en las negociaciones llevó a la marca a perder a uno de los mejores jugadores de la NBA y los ingresos multimillonarios que vendrían con él.
Nike se ha consolidado como una de las marcas de indumentaria más influyentes a nivel global.
Su ascenso al estrellato en el ámbito del calzado deportivo se produjo en gran medida gracias a su histórica alianza con Michael Jordan y la famosa línea de zapatillas Air Jordan.
En el año 2023, a dos décadas de la retirada de este icónico jugador, la compañía reportó ingresos que superaron los 6.600 millones de dólares, lo que demuestra la relevancia continua de su legado.
Sin embargo, en un giro irónico del destino, Nike cometió un error significativo al no renovar su contrato con Stephen Curry, permitiendo que los derechos comerciales de este destacado jugador pasaran a manos de Under Armour, que se benefició con ingresos que ascendieron a 14.000 millones de dólares.
Este desliz se vuelve aún más intrigante al recordar que en 2009, mientras Curry impresionaba en su etapa como estrella universitaria con Davidson, Nike había ofrecido un contrato a la joven promesa.
Luego de una serie de lesiones al inicio de su carrera en la NBA, el jugador comenzó a demostrar su verdadero potencial, llevándose a casa 54 puntos en un partido memorable contra los New York Knicks, donde también estableció un récord de triples en una temporada.
Pese a que la renovación de contrato con Nike parecía solo una formalidad, la reunión para discutir los términos se convirtió en un fiasco total.
Durante la temporada baja de la NBA, Curry evaluó propuestas de otras marcas, lo que obligaba a Nike a igualar esas ofertas para mantener al jugador en su equipo.
Lamentablemente, los ejecutivos de Nike cometieron errores graves en esa reunión, empezando por confundir el nombre de Curry, llamándolo 'Stephon', en lugar de su nombre correcto.
El padre de Stephen, Dell Curry, expresó su sorpresa ante la falta de corrección, lo que indicaba un evidente desinterés.
Además, las presentaciones fueron genéricas y, para colmo, se presentaron diapositivas que mostraban el nombre de Kevin Durant en lugar de enfocarse en la estrella que tenían frente a ellos.
Para sellar el trato, Nike ofreció un máximo de solo 2,5 millones de dólares anuales, lo que claramente no satisfacía las expectativas de Curry.
Al evaluar sus opciones, Curry optó por Under Armour, que le ofreció un contrato más atractivo, de 4 millones de dólares al año, además de la posibilidad de lanzar su propia línea de zapatillas.
A partir de esa decisión, la asociación de Curry con Under Armour floreció, llevando a la marca a un crecimiento espectacular.
Las acciones de la compañía, que inicialmente se cotizaban a 47 dólares, se dispararon hasta los 120 dólares, duplicando su valor de mercado a 28.000 millones de dólares.
Esta colaboración también atrajo a otras celebridades como Jordan Spieth y Dwayne Johnson, quienes vieron en Curry un ejemplo a seguir.
A lo largo de su contrato, Curry no solo ganó cuatro títulos de la NBA, sino que también se destacó como el mejor tirador de triples de todos los tiempos.
Su éxito en ventas de zapatillas lo coloca justo detrás de la leyenda Michael Jordan en términos de popularidad.
La decisión de Nike de no aumentar su oferta en 1,5 millones ha resultado en un costo que podría ascender a 14.000 millones.
En la actualidad, se especula que Curry está en la mesa de negociación con Under Armour para un nuevo contrato que podría rondar los mil millones de dólares, además de incluir la posibilidad de convertirse en propietario minoritario de la firma.
Este caso se convierte en una lección de estrategia comercial y reconocimiento del talento en la industria deportiva.