La NBA inicia su temporada con gran expectativa, liderada por los Oklahoma City Thunder, actuales campeones, y figuras destacadas como Luka Doncic y LeBron James. Los equipos buscan dejar huella en un torneo lleno de talento y aspiraciones.

El equipo de Oklahoma City, liderado por Shai Gilgeous-Alexander, aparece como uno de los principales favoritos, especialmente tras firmar una extensión de contrato por cuatro años y un valor cercano a los 250 millones de euros (285 millones de dólares), convirtiéndolo en el jugador mejor pago de toda la liga en cuanto a salario anual, con aproximadamente 42 millones de euros por temporada.
Gilgeous-Alexander, tras su notable temporada, se ha convertido en la pieza clave y en la referencia del equipo, que espera no solo defender su título sino también seguir construyendo un proyecto sólido para el futuro.
Jalen Williams, otro de los jóvenes talentos del equipo, expresó su motivación: “Vamos con mucha confianza y ganas de dejar huella en la historia.
Nuestra meta no solo es ganar, sino también demostrar que podemos ser una franquicia dominadora y consistente”. La visión del equipo es clara: no solo buscan repetir, sino consolidarse como una de las potencias del continente.
En esta nueva temporada, Los Angeles Lakers, con Luka Doncic, por fin completo en su primer año con el equipo tras su traspaso, intentan dejar atrás las lesiones y preparar un camino hacia los playoffs.
Doncic, uno de los jugadores más explotados del #baloncesto europeo y destacado en la NBA, busca liderar a su equipo en un contexto donde también otros grandes como Golden State Warriors, Denver Nuggets y Miami Heat quieren subir al podio.
Por su parte, LeBron James, con 23 temporadas en la liga, continúa batiendo récords y buscando inscribir su nombre en la historia como uno de los mejores de todos los tiempos.
Con un salario estimado en unos 75 millones de euros (83 millones de dólares) en esta temporada, el jugador mantiene su nivel competitivo pese a su veteranía.
En el Este, varios equipos se perfilan como serios contendientes, aunque la lesión de larga duración de Jayson Tatum, de los Boston Celtics, deja una incógnita sobre sus posibilidades de llegar lejos.
La franquicia decidió liberar espacio salarial y reforzar su roster con nuevas incorporaciones, incluyendo al español Hugo González, quien dejó buenas sensaciones en la pretemporada.
Mientras tanto, Bucks y Knicks también han reforzado sus filas, apostando por jugadores de impacto para intentar dar el golpe en los playoffs. Giannis Antetokounmpo, en particular, decidió permanecer en Milwaukee tras meses de especulaciones, y el equipo reforzó su plantilla con altas estrellas como Myles Turner, buscando acercarse a un nuevo campeonato.
Uno de los movimientos más llamativos fue el fichaje de Russell Westbrook por el Sacramento Kings, en un acuerdo valorado en cerca de 80 millones de euros (90 millones de dólares), en su 18ª temporada.
Westbrook, nueve veces All-Star y ex MVP, llega con la intención de aportar experiencia y liderazgo a un equipo que aspira a dar el salto en los próximos meses.
En la conferencia del Este, los equipos de Indiana y Miami también se preparan para dar pelea, con jugadores latinoamericanos destacando en la temporada.
Karl Anthony Towns en New York, Al Horford en Golden State y Jaime Jáquez Jr. en Miami son algunos ejemplos que reflejan la diversidad y el talento que caracteriza a la liga.
Un 80% apuesta nuevamente por #Oklahoma City Thunder como el equipo más probable a levantar el trofeo Larry O’Brien al terminar la temporada
Según una encuesta realizada a los gerentes de las 30 franquicias, un 80% apuesta nuevamente por Oklahoma City Thunder como el equipo más probable a levantar el trofeo Larry O’Brien al terminar la temporada, respaldados además por las apuestas deportivas que favorecen a los líderes de la conferencia oeste.
No obstante, la historia en la #NBA ha demostrado que la inestabilidad y las lesiones pueden alterar los pronósticos más sólidos. Hace justo un año, los Celtics eran los favoritos con un 83% de preferencia, pero la lesión de Tatum en los playoffs cambió el rumbo de la temporada.