La Comisión Directiva de San Lorenzo se reunió para abordar cambios decisivos ante un año complicado, reconociendo errores y buscando revitalizar la institución.

El horizonte se vislumbra incierto, pero la Comisión Directiva de San Lorenzo dio un paso importante al reunirse en el Nuevo Gasómetro, símbolo del club, tras un periodo de turbulencias.

Con el eco de las protestas de los hinchas resonando aún en el aire tras una reciente actuación deficiente del equipo liderado por Miguel Ángel Russo, la reunión de este jueves se centró en la autocrítica y en los planes de acción para revertir la situación actual del club.

El presidente Marcelo Moretti tomó la palabra y no escatimó en reconocer las falencias de su gestión durante su primer año al frente del club.

Este es un gesto significativo en un entorno donde la autocrítica no siempre es fácil de encontrar.

Los miembros de la Comisión Directiva allí presentes escucharon atentamente mientras el presidente enumeraba sus errores, especialmente en lo que respecta al manejo del mercado de pases.

Sin embargo, también destacó los aciertos en la selección de jugadores como Jhohan Romaña y Alexis Cuello, quienes han demostrado su valía en el plantel.

La reunión se llevó a cabo a puertas cerradas debido a preocupaciones de seguridad, lo que impidió la presencia de socios, un aspecto que refleja la tensión existente en el club.

Este encuentro no solo se enfocó en la autocrítica, sino que también marcó el inicio de un nuevo capítulo en la organización interna del club.

Néstor Navarro, el vicepresidente primero, asumirá un rol más relevante en las decisiones diarias, y junto a Moretti y otros directivos formará un nuevo Departamento de Fútbol.

Es notable que Navarro, viviendo actualmente en Uruguay, ha decidido aumentar su compromiso con el club, viajando a Argentina dos veces por semana para asegurar que las decisiones importantes cuenten con un consenso interno.

Esta intención de trabajar en equipo podría ser clave en el proceso de reestructuración que enfrenta San Lorenzo.

Asimismo, la reconfiguración de cargos ha comenzado.

Uriel Barros, un colaborador cercano a Moretti, pasará de ser Secretario General a Prosecretario, mientras que Martín Cigna asumirá la Secretaría General.

La Tesorería continuará en manos de Leandro Goroyesky, quien cuenta con el apoyo de Carina Farías como protesorera.

También se designó a Mateo Sargadoy como nuevo Intendente.

En cuanto a la cuestión financiera del club, la oposición ha hecho preguntas sobre los rumores de privatización y la posibilidad de inyecciones de capital privado, a lo que Moretti respondió de manera clara: no habrá privatización bajo su gestión y el club permanecerá libre de movimientos hacia un sistema mixto similar al que se intenta implementar en Estudiantes por Juan Sebastián Verón.

Un punto importante discutido fue la venta del 50% de los derechos de los juveniles Agustín Hasch y Santiago Sosa a Defensa y Justicia por 1,5 millones de euros.

Esta transacción había sido negada previamente por la dirigencia, lo que reitera la necesidad de transparencia en la gestión del club.

Finalmente, se reveló la necesidad urgente de reducir el presupuesto del plantel profesional en un 30%. Esto implicará renegociaciones de contratos y potenciales transferencias que buscan alinear las finanzas del club con la realidad económica actual, donde cada euro cuenta más que nunca.

El esbozo de un nuevo futuro para San Lorenzo está en marcha, pero el camino no será fácil.