Una mirada a la vida futbolística de los Mac Allister a través de su colección de camisetas y recuerdos
En la casa de Silvina, la madre de Francis, Kevin y Alexis Mac Allister, se ha convertido en un templo al fútbol.
Camisetas de los tres hermanos y de sus antepasados futbolistas decoran las paredes.
Kevin, recién salido campeón de la Copa de Bélgica con Union Saint-Gilloise, nos abre las puertas de este santuario familiar.
Kevin revela que su nombre es en honor al personaje de la película 'Mi Pobre Angelito', interpretado por Macaulay Culkin.
La familia Mac Allister se destaca por su pasión por el fútbol, una tradición que ha pasado de generación en generación.
En una amena charla, Kevin nos cuenta cómo es una típica mesa de los Mac Allister, llena de discusiones futbolísticas entre los hermanos y su padre.
Recuerda las travesuras de la infancia, las enseñanzas de su padre y el sueño compartido de llegar al Mundial de Qatar 2022.
Además, comparte la curiosa tradición de tatuarse los logros futbolísticos en la familia.
Su madre lleva en su muñeca los títulos de sus hijos, una muestra de orgullo y compromiso.
La unión de los tres hermanos en un mismo equipo fue un momento especial, un año lleno de memorias y risas.
Kevin nos revela también su experiencia en Union Saint-Gilloise, un club humilde con una gran historia en Bélgica.
Destaca la pasión de la afición y la camaradería entre los jugadores.
Recuerda con cariño el apoyo y enseñanzas de Gabriel Milito, un entrenador que marcó un antes y un después en su carrera.
Por último, reflexiona sobre su paso por Boca Juniors, donde compartió vestuario con leyendas como De Rossi, Tevez y Benedetto.
A pesar de jugar pocos partidos, valora la experiencia y aprendizajes que le dejó estar en un ambiente tan competitivo y profesional.
La casa de los Mac Allister es mucho más que un museo de camisetas, es el reflejo de una familia unida por la pasión por el fútbol, una pasión que se transmite de generación en generación.