Tras más de 20 días de haber sido clausurado por incidentes en un partido de Copa Sudamericana, el estadio de Independiente reabre sus puertas, pero con limitaciones en el público y en los accesos debido a nuevas medidas del gobierno provincial.

La medida fue asumida luego de que la Fiscalía, representada por el fiscal Mariano Zitto, presentara un pedido fundamentado en progresos en el protocolo de #seguridad y en los avances en la coordinación entre los organismos involucrados.
La clausura, que impedía a #Independiente jugar en su propio estadio, fue decretada tras los graves incidentes ocurridos en la revancha de los octavos de final de la Copa Sudamericana, el pasado 20 de agosto, en un enfrentamiento violento entre las barras bravas del club y la Universidad de Chile.
Los disturbios provocaron múltiples heridos y la cancelación definitiva del partido, además de la eliminación del equipo del torneo continental. Estas escenas marcaron un punto de inflexión en la historia reciente del fútbol argentino, que aún lucha por erradicar la violencia en sus estadios.
El club de Avellaneda, junto a organismos oficiales, trabajó arduamente para diseñar e implementar un nuevo protocolo de seguridad. Se creó un comité especial que integró a diferentes actores, como la AFA, la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe), representantes del gobierno bonaerense y la fiscalía.
La primera reunión formal entre las partes se realizó la semana pasada, y posteriormente, el día lunes, tuvo lugar un nuevo encuentro para analizar los avances y ajustar detalles.
La decisión judicial fue tomada después de que el fiscal Zitto constatara que las exigencias establecidas para la reapertura habían sido cumplidas.
En ese contexto, el juez Arabito dio luz verde para que el club pueda programar cuanto antes su partido de local. No obstante, las nuevas medidas establecen ciertas restricciones importantes. La Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte ordenó la inhabilitación de las tribunas Pavoni Baja y Alta, reduciendo la capacidad en unas 13.000 plazas, lo que representa una disminución significativa en el aforo habitual.
Independiente solo podrá habilitar ciertas áreas del estadio y no podrá usar algunos elementos adicionales como instrumentos musicales
Por esta razón, en las próximas semanas, Independiente solo podrá habilitar ciertas áreas del estadio y no podrá usar algunos elementos adicionales como instrumentos musicales, tirantes, banderas o telones, que se consideran riesgos adicionales en términos de seguridad.
La restricción ha generado malestar en la dirigencia del club, liderada actualmente por Néstor Grindetti, quienes consideran que se han cumplido todas las exigencias exigidas y planean presentar recursos para revertir estas limitaciones.
Mientras tanto, los hinchas del Rojinegro podrán asistir a los partidos en la otra popular, y también tendrá lugar la apertura de la venta de plateas para quienes quieran acompañar al equipo en esta importante etapa de recuperación.
En lo deportivo, el técnico Julio Vaccari busca centrarse en lo futbolístico y recuperar el ritmo del equipo. Kevin Lomónaco, que ya cumplió con una sanción que le fue reducida, estará disponible para el próximo encuentro, al igual que los jugadores que se encontraban con selecciones nacionales, como Felipe Loyola, Luciano Cabral y Gabriel Avalos.
La expectativa ahora está puesta en la reanudación del torneo local y en las próximas acciones que tomará el club para garantizar la seguridad en sus partidos.
Este episodio forma parte de una problemática más amplia que afecta al fútbol argentino, donde incidentes violento han condicionado el desarrollo de los encuentros y la convivencia en los estadios.
La historia del fútbol en Argentina está marcada por momentos de gran pasión, pero también por desafíos para mantener la seguridad y el orden, especialmente en un país donde el deporte es una de las pasiones más arraigadas en la cultura popular.