El equipo argentino no pudo adaptarse a la difícil altitud de Potosí y perdió 2-0 en su primer partido del grupo A.

Desde el inicio del encuentro se hizo evidente la diferencia entre los dos equipos, tanto en calidad de juego como en la adaptación a las condiciones extremas de la altitud.
Aunque #Independiente mostró más control del balón, su rendimiento se vio afectado por el esfuerzo adicional que exige el oxígeno escaso en esta ciudad boliviana, lo que limitó su capacidad de juego ofensivo, normalmente efectivo en el terreno llano del #fútbol argentino.
Nacional de Potosí, que llegó a este encuentro tras jugar solo tres partidos en lo que va del año, intentó tomar la iniciativa desde el primer momento.
Un remate del jugador Johan Bocanegra fue interceptado por el arquero Rodrigo Rey, pero este fue el inicio de una serie de imprecisiones por parte del equipo local que no logró mantener la presión.
Independiente, por su parte, tuvo que lidiar con los efectos de la altura desde el principio. Álvaro Ángulo requirió asistencia a solo seis minutos del inicio del partido. Para llegar a Potosí, el equipo tuvo que emprender un arduo viaje desde Sucre en 16 camionetas 4x4 equipadas con insumos como agua y oxígeno, transcurriendo más de tres horas en un trayecto complicado.
Dos ambulancias acompañaron la caravana como medida de precaución.
Reconociendo estas adversidades, el entrenador Vaccari hizo ajustes en su alineación, incluyendo a Rodrigo Fernández Cedrés en el medio campo y a Ignacio Maestro Puch en el ataque en lugar de Gabriel Ávalos, buscando mayor resistencia física.
Sin embargo, a pesar de estas modificaciones, Santiago Hidalgo no pudo completar el primer tiempo debido a la dificultad de adaptarse a la atmósfera pesada, siendo sustituido por Pablo Galdames.
Con el campo de juego rápidamente afectado por la lluvia, el partido se tornó más veloz y propenso a errores. Santiago Montiel, intentando aprovechar cada oportunidad, tuvo un par de ocasiones en las que estuvo cerca de convertir. En una de esas jugadas, su tiro libre rebotó en el arquero Said Mustafa, pero Felipe Loyola no logró aprovechar el rebote, golpeando el travesaño. Otra oportunidad cayó en manos de Jorge Rojas, quien, tras una habilitación, picó el balón cerca del palo.
Este golpe moral fue devastador para Independiente
El quiebre del partido ocurrió cuando, tras un mal cálculo de Rey en una salida, Víctor Ábrego logró marcar el primer gol con un cabezazo. Este golpe moral fue devastador para Independiente, que no pudo reaccionar. La situación se complicó aún más cuando Sebastián Valdéz se resbaló, dejando la puerta abierta para que Diego Diellos anotara el segundo gol, también con un cabezazo.