El destacado jugador y entrenador se encuentra en terapia intensiva tras sufrir un accidente en su hogar.

Humberto Maschio, un ícono del fútbol argentino, se encuentra actualmente hospitalizado en una unidad de terapia intensiva debido a un accidente doméstico.

A los 91 años, el exjugador y entrenador de Racing, así como también de Independiente, sufrió una caída en su hogar, lo que lo dejó inmovilizado por un periodo de 24 horas.

Este desafortunado evento, que ocurrió recientemente, ha generado gran preocupación entre los aficionados y su círculo cercano.

Nacido en Avellaneda en 1933, Maschio es recordado como una figura clave en la historia del fútbol argentino, habiendo sido parte integral del equipo de Racing que conquistó la Copa Libertadores en 1967. Este prestigioso torneo, que reúne a los mejores clubes de América del Sur, es uno de los mayores logros que cualquier futbolista puede alcanzar en su carrera.

Dese su retiro en 1968, Maschio ha sido un referente del deporte, tanto como jugador como en su faceta de entrenador.

Desde su internación, las noticias sobre su estado de salud han sido mixtas.

En su caída, Maschio sufrió un golpe en la nuca y otro en la zona debajo de la boca; sin embargo, afortunadamente, no se han registrado fracturas, lo que ofrece un rayo de esperanza a su familia y amigos.

A pesar de la buena noticia de que no presenta fracturas, su salud sigue siendo delicada, ya que presenta problemas renales preexistentes y otros compromisos cardíacos.

Maschio, conocido cariñosamente como “Bocha”, fue parte de la célebre delantera argentina que brilló en los años 60 y, curiosamente, también tenía una conexión única con el equipo nacional de Italia, alcanzando incluso a representar a la selección en un Mundial.

Durante su carrera, se destacó no solo en la cancha, sino que también dejó una huella profunda como director técnico, sobre todo en su paso por Independiente, donde logró triunfos importantes como la Copa Libertadores y la Interamericana en 1973.

Uno de sus encuentros más memorables fue su vinculación con Ricardo Enrique Bochini, quien se convirtió en un ícono del club, gracias a la confianza que Maschio depositó en él al darle su oportunidad de debutar.

A pesar de su éxito y hazañas en varios clubes, siempre ha proclamado su inquebrantable amor por Racing, equipo al que ha considerado un segundo hogar.

En sus propias palabras, llegó a expresar que su vida era un eterno tira y afloja entre su amor por el club y su vida personal.

En este momento crítico, la comunidad del fútbol argentino se une en apoyo a este gran campeón, cuyo legado trasciende el tiempo y las generaciones.

Todos esperan una pronta recuperación de Humberto Maschio, quien sigue siendo una fuente de inspiración para muchos.

Mientras tanto, se espera que los médicos continúen monitoreando su salud y que, una vez superada esta situación, pueda seguir siendo una voz activa en el mundo del deporte, ya que su experiencia y conocimiento son invaluables para las futuras generaciones de futbolistas.