Lucas Cassius Gatti, hijo del legendario arquero, habla sobre los últimos momentos de su padre y su legado en el fútbol argentino.
El legendario arquero argentino Hugo Orlando Gatti falleció recientemente, lo que ha dejado un vacío significativo en el mundo del fútbol. En la entrada del hospital Pirovano, Lucas Cassius, su hijo, dialogó con varios periodistas sobre los momentos finales de su padre, mostrando agradecimiento hacia el personal médico y reflexionando sobre la vida de quien fue llamado el "Loco".
"No tenía sentido alargar su sufrimiento", explicó Lucas, haciendo hincapié en la decisión de no continuar con tratamientos que prolongaran su estado.
Agregó, emocionado: "La verdad es que mi padre se fue el día que murió mi madre, hace ocho meses. A partir de ese momento, ya no era Superman". Esta frase resuena con fuerza, marcando un punto de quiebre en la vida de Gatti, quien era conocido no solo por su destreza en la portería, sino también por su carisma y personalidad.
Gatti y su esposa, la ex modelo Nacha Nodar, contrajeron matrimonio en 1977, un año antes del nacimiento de Lucas, cuyo segundo nombre es un homenaje al famoso boxeador Cassius Clay, admiración compartida por su padre.
Con el tiempo, Lucas también tuvo un hermano, Hugo Federico, quien junto a él ha estado lidiando con este doloroso momento.
El hijo del arquero, que actualmente reside en Europa, fue quien tomó la iniciativa de comunicarse con los medios. En la conversación, comentó sobre el accidente que llevó a su padre al hospital: "Sufrió un accidente en la calle, se cayó y se rompió la cadera, no estamos seguros de qué ocurrió primero, pero lo trasladaron a este hospital que se encontraba a cinco cuadras de donde sucedió todo".
A pesar de las circunstancias difíciles, el reconocimiento a la atención proporcionada por el personal médico fue constante.
"Mi padre fue un luchador, lo demostró hasta el final", manifestó Lucas. El impacto emocional de la ausencia de su madre fue profundo en Gatti, quien tras su partida comenzó a deteriorarse notablemente. A lo largo de los años, Hugo Gatti pasó a ser una figura icónica en el fútbol argentino, no solo por su habilidad, sino por su personalidad auténtica y provocadora.
"Ser hijo del Loco Gatti fue una experiencia única", recordó Lucas. "Tuvimos la fortuna de conocer al personaje desde adentro, vivir con él durante muchos años. Era una figura extraordinaria, tanto como arquero como padre y esposo. Aunque lo llamaban 'Loco', la realidad es que tenía una genialidad que era innegable".
Su legado trasciende los marcadores en la cancha. Gatti dejó una enseñanza valiosa: la sinceridad y autenticidad. "Nunca se preocupó por lo que otros dirían de él. Decía lo que pensaba, sin importar si eso iba en contra de sus propios intereses", reflexionó Lucas, enfatizando que su padre siempre fue un hombre legítimo y con una gran capacidad de impulso.
Por último, Lucas mencionó que tanto él como su hermano están recibiendo numerosas llamadas y que la situación ha sido abrumadora. Anunció que se comunicarán pronto sobre los detalles de la despedida de su padre, quien dejó una huella imborrable en la historia del fútbol argentino y en los corazones de quienes lo amaron.
