Gonzalo Peillat ha captado la atención de los medios tras marcar un gol fundamental que eliminó a la selección argentina de hockey, conocida como Los Leones, en los Juegos Olímpicos.

Su decisión de renunciar a jugar por Argentina y unirse a Alemania ha desatado un torrente de críticas, especialmente tras su efusivo festejo.

El argentino, que formó parte del equipo que se alzó con la medalla de oro en los Juegos de Río 2016, defendió su elección en una reciente conferencia de prensa.

"Acá no es como Messi en la Selección, ningún jugador tiene el mismo impacto en el hockey.

Cada persona está en contacto con los aficionados, algo que es diferente en deportes más populares.

Al final, el hockey es un deporte menor y esa conexión lo hace especial", declaró Peillat en entrevista con medios argentinos.

Al ser cuestionado sobre las reacciones negativas en redes sociales, fue tajante: "Sé que hay críticas, pero también comprendí que siempre habrá un grupo que apoyará mi decisión y otro que no.

Al final, es mi vida y estoy satisfecho con lo que elegí. Como dijo Maradona, que la sigan chupando". Su disposición a enfrentar la controversia revela un ánimo desafiante, a pesar de las repercusiones de sus actos.

El camino de Peillat hacia la selección alemana comenzó en 2019, cuando decidió dejar el seleccionado argentino debido a lo que describió como un ambiente negativo y decisiones perjudiciales por parte de la Confederación Argentina de Hockey.

Su primera renuncia se produjo después de los Juegos de Río cuando se sintió traicionado por el entrenador Carlos Retegui, quien anunció que se retiraría del cargo.

"No entendí cómo se podía dejar atrás al equipo que había logrado tanto.

A pesar de lo que pensé en ese momento, fue una decisión correcta", recordó.

Poco después de su primera renuncia, Peillat regresó a la selección, pero pronto se percató de que la situación no había cambiado.

Su segunda salida se formalizó en enero de 2019. "No tenía sentido seguir en un ambiente en el que sentía que se miraba hacia otro lado", explicó, dejando claro que su decisión fue el resultado de una serie de problemas que arrastraba el equipo.

A pesar de su exitosa carrera con Los Leones, lo que Amazigia a Peillat es que él eligió su rumbo y ha defendido esa decisión ferozmente.

En un deporte donde el legado y la identidad nacional suelen estar profundamente arraigados, su paso a Alemania es un recordatorio de que la individualidad y la elección personal pueden predominar sobre la tradición.

Peillat finalizó su intervención con una llamativa observación: "Es fácil criticar desde la distancia, pero quienes realmente se preocupaban por la situación deberían haber actuado en su momento.

Durante mi tiempo en la selección, cumplí con mi deber y ahora puedo mirar atrás sin arrepentimientos.

Mi decisión ha valido la pena, y creo que, al final del día, eso es lo que realmente importa".

Así, Peillat se encuentra en el epicentro de una polémica que va más allá de un simple gol; es un reflejo de una carrera llena de decisiones difíciles y, como toda historia, de consecuencias inesperadas.

Su paso a representar a Alemania es un recordatorio de que el hockey, aunque menospreciado, tiene su propio lugar y que cada jugador debe seguir su propio camino.