El último minuto del partido entre Lanús y Tigre fue inolvidable gracias a un gol de chilena de Walter Bou que sobrepasó las expectativas.
En un partido lleno de emociones, el gol de chilena de Walter Bou para el equipo de Lanús en el minuto final se erigió como la gran jugada del encuentro, que terminó con un vibrante 3-2 frente a Tigre.
La impresionante definición del delantero no solo permitió a su equipo llevarse la victoria, sino que también dejó a todos los presentes asombrados, haciendo que se olvidaran de los 89 minutos previos de lucha que, aunque fueron emocionantes, no alcanzaron el fervor del momento culminante.
Bou, que fue ovacionado tras el partido, mostró una habilidad excepcional al recibir el balón.
Con una precisión milimétrica, paró la pelota con el pecho, inclinó su cuerpo de tal forma que le permitió conectar un remate que sorprendió al arquero rival, Zenobio, quien solo pudo observar cómo el balón se anidaba en la red.
Este gol no es solo un hito para el jugador; también compite por el premio Puskas, que reconoce el mejor gol del año, otorgado por la FIFA.
El gesto del goleador, con su dedo en la frente, simbolizaba la alegría y la locura del momento, mientras que los hinchas, entusiasmados, aplaudían incansablemente.
El técnico de Lanús, Ricardo Zielinski, no pudo ocultar su satisfacción, intercambiando su habitual expresión seria por una amplia sonrisa.
Bou, quien cumplirá 31 años el próximo 25 de agosto, dejó claro que su gol fue una mezcla de genialidad y un poco de suerte al decir modestamente, “Vi que venía la pelota ... y la tiré”.
El encuentro tuvo un primer tiempo bastante equilibrado.
Tigre abrió la cuenta a los 36 minutos con un gol que llegó tras un rebote afortunado, siendo una recompensa para el mejor equipo en la primera mitad del partido.
La jugada fue un claro ejemplo de la estrategia del técnico Sebastián Domínguez, que ha enfatizado la importancia de las subidas de los laterales.
El centro desde la derecha de Ortega encontró a Banegas, quien, al buscar a Monzón, vio cómo el balón se desviaba en Ramiro Carrera, convirtiéndose en gol.
A pesar de los silbidos del público al finalizar el primer tiempo, que reflejaron el descontento con la actuación del equipo local, Lanús mostró una mejoría en el segundo tiempo.
Con dos goles de Eduardo Salvio, el equipo logró revertir el marcador.
Ambos tantos fueron ejecutados de manera similar, con Salvio apareciendo en momentos críticos para definir.
Tigre no se rindió y luchó para lograr el empate de nuevo, realizando construcciones de juego efectivas que culminaron en el gol de Erick Ramírez, poniendo el marcador 2-2. Sin embargo, fue el último toque mágico de Bou el que selló la victoria para Lanús, un gol que será recordado por muchos como una de las mejores jugadas de la temporada.