El encuentro del Torneo Clausura entre Atlético Nacional y Junior fue interrumpido por disturbios violentos que dejaron varios heridos.

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La situación se tornó insostenible apenas a los ocho minutos del segundo tiempo, cuando el marcador reflejaba un 2-0 favorable al equipo local.

La altercación se desató tras un gol anotado por Marino Hinestroza, lo que provocó una feroz pelea entre los seguidores de ambos clubes. A pesar de los esfuerzos de los futbolistas para calmar a las masas, la tensión escaló rápidamente y el árbitro, Norberto Ararat, se vio obligado a suspender el encuentro ante la grave falta de condiciones de seguridad.

Conforme los jugadores se dirigían a los vestuarios, los disturbios aumentaron en las gradas. Los hinchas del Junior, que se ubicaban en la sección occidental inferior del estadio, comenzaron a agredirse con los simpatizantes del Atlético Nacional.

La situación se tornó crítica cuando un grupo de aficionados derribó el vallado que separaba a ambos bandos, desatando un caos que incluyó peleas con armas blancas y una respuesta policial desesperada.

A medida que el ambiente se convertía en un verdadero campo de batalla, la Policía realizó disparos de gases lacrimógenos para intentar controlar la situación.

Incluidos un agente de #seguridad y varios aficionados

La evacuación del estadio fue un proceso desorganizado y caótico, ya que las puertas de salida estaban completamente congestionadas. Al final, se reportaron 21 heridos, incluidos un agente de seguridad y varios aficionados, quienes fueron atendidos en diferentes centros médicos de la ciudad.

Este tipo de incidentes no son nuevos en el #fútbol colombiano, ya que en el pasado también se han registrado hechos de #violencia que han perjudicado gravemente el espectáculo y la seguridad en los estadios.

La Liga Dimayor emitió un comunicado donde rechazó “categóricamente” lo sucedido y pidió a los aficionados que disfruten del fútbol en un ambiente de paz y respeto.

El secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa, compartió actualizaciones sobre la situación a través de su cuenta de X, informando que los heridos estaban siendo atendidos y que la Policía estaba encargada de la evacuación segura del estadio.

La comunidad futbolística y los aficionados han mostrado su rechazo ante lo ocurrido, enfatizando la necesidad de construir una cultura de respeto y coexistencia en el deporte.

La violencia en los estadios es un asunto preocupante y recurrente que requiere la atención de las autoridades y de los clubes, que deben trabajar de manera conjunta para garantizar la seguridad de los hinchas y la integridad del juego.