Un partido amistoso entre Betis y Como en Cádiz terminó en un altercado violento con múltiples enfrentamientos entre jugadores, destacando las acciones del argentino Máximo Perrone y Pablo Fornals, y dejando un ambiente tenso entre ambos equipos.

El enfrentamiento, que en principio parecía ser simplemente un partido de preparación, se tornó en un escenario de enfrentamientos físicos y numerosos incidentes que llamaron la atención de todos los presentes y de los medios de comunicación.
El duelo fue calificado como uno de los partidos más agresivos en la historia reciente de los amistosos, con insultos, golpes y acciones que trascendieron las reglas del deporte.
La principal protagonista en este escándalo fue el mediocampista argentino Máximo Perrone, ex jugador de Vélez Sarsfield y que en algún momento fue considerado para integrar la selección argentina.
Durante el juego, #Perrone recibió un golpe en la cara por parte del mediocampista español Pablo Fornals, lo que motivó una rápida reacción del futbolista albiceleste.
Según los reportes de los medios españoles, el incidente comenzó en el minuto final de la primera mitad, cuando Pau López, arquero del Betis, protestó una infracción y fue a reclamar con cierto tono de tensión.
En ese momento, Perrone se enfrentó cara a cara con Fornals, quien inicialmente inició la agresión con un empujón y posteriormente desencadenó una pelea que involucró a varios jugadores de ambos equipos.
La pelea se intensificó cuando Juan Camilo Hernández, delantero colombiano del Betis, en un intento de mediar, golpeó accidentalmente a su propio compañero Natan.
Primero expulsó a Perrone y a Héctor Bellerín
El árbitro del encuentro, Palomares Gutiérrez, en medio del caos, tuvo que sacar tarjetas rojas. Primero expulsó a Perrone y a Héctor Bellerín, pero posteriormente modificó la suspensión a favor de Fornals, dejando a este último en cancha. La tensión no se limitó a los jugadores; también hubo enfrentamientos en las bancas entre los entrenadores, el chileno Manuel Pellegrini y Cesc Fábregas, quienes intercambiaron palabras duras y gestos de enojo.
Por parte de la plantilla argentina, los seleccionados Giovani Lo Celso, Nico Paz y Valentín Gómez intentaron calmar los ánimos y separar a sus compañeros, sin involucrarse en la pelea.
En la cancha, el resultado fue favorable a los italianos, que dirigía Fábregas, con un marcador final de 3-2. Los goles del equipo ganador fueron anotados por Diao, Da Cunha y Azon Monzón, mientras que Isco y Junior Firpo marcaron para los derrotados.
Este incidente se suma a una larga historia de rivalidades y episodios de #violencia en el #fútbol mundial, que han sido frecuentes a lo largo de los años, especialmente en amistosos o partidos con alta carga emocional.
La Liga española y las autoridades deportivas aún no han emitido ningún comunicado oficial en relación a las medidas disciplinarias que podrían aplicarse.
La tensión y violencia en este tipo de encuentros siempre generan preocupación, ya que afectan la imagen del deporte y ponen en riesgo la integridad física de los jugadores.