El Video Assistant Referee (VAR) ha revolucionado el fútbol, buscando mayor justicia en las decisiones arbitrales. Sin embargo, su implementación y funcionamiento generan debate y confusión. Aquí se explica cómo funciona esta tecnología, sus intervenciones, limitaciones y polémicas comunes en el fútbol argentino y mundial.

Imagen relacionada de uso del var en el futbol avances controversias y reglas clave

Aunque en sus inicios fue recibido con escepticismo, con el tiempo se ha convertido en una herramienta fundamental en muchas ligas y torneos internacionales.

Pero, ¿realmente cumple con las expectativas y qué aspectos problemáticos presenta?

El objetivo principal del #VAR es auxiliar al árbitro de campo en situaciones específicas para corregir errores claros y evidentes.

Entre esas acciones se incluyen goles dudosos, penales, tarjetas rojas y errores en la identificación de jugadores. La utilización de esta tecnología busca reducir los errores humanos y garantizar resultados más justos en el juego.

En la cabina del VAR, ubicada en Argentina en el predio de la AFA en Ezeiza, trabajan al menos cuatro personas: el árbitro VAR, que lidera la revisión; dos asistentes que analizan las repeticiones y comunican sus recomendaciones; y un operador de video encargado de manejar las cámaras en tiempo real.

En algunos partidos, también participa un Quality Manager para verificar el correcto seguimiento de los protocolos.

El proceso funciona así: cuando una acción sospechosa sucede, el árbitro en el campo puede consultar la revisión en el monitor, o ser informado por el VAR si detecta alguna irregularidad.

Sin embargo, la decisión final siempre recae en el árbitro principal. Cuando el sistema de video presenta fallas técnicas, el juego continúa sin la intervención del VAR, como ocurrió en varias ocasiones en la liga argentina.

La implementación del VAR varía según la competencia

La implementación del VAR varía según la competencia. En Argentina, solo la Liga Profesional lo utiliza debido a los costos, que rondarían los aproximadamente 6.000 euros por partido, considerando la infraestructura y tecnología necesaria. En cambio, en algunos torneos internacionales, como la Copa del Mundo, el sistema se ha perfeccionado con tecnología más avanzada y automatizada.

Es importante destacar que todos los goles son revisados automáticamente por el VAR para detectar posibles infracciones previas, aunque en algunos casos, si la jugada ya fue reanudada, el árbitro no puede volver atrás para corregir.

Además, las decisiones respecto a fuera de juego, penales, o tarjetas deben ser tomadas durante la jugada y no pueden ser modificadas después de reanudada.

Uno de los puntos más polémicos en Argentina tiene que ver con el trazado de las líneas de fuera de juego. En nuestro país, estas líneas se colocan de forma manual, lo que genera dudas sobre su precisión, un problema que no enfrentan otras ligas con sistemas semiautomáticos que utilizan sensores en el balón y cámaras especiales.

La duración promedio de las revisiones del VAR en la liga argentina también causa inquietud. Según datos recientes, las interrupciones duran en promedio unos 50 segundos, afectando la fluidez del juego y generando debates sobre su utilidad en todo momento.

Otra forma en que el #fútbol argentino busca mayor transparencia es mediante la comunicación por altavoz. Así, los árbitros anuncian públicamente sus decisiones tras revisar las jugadas, algo que implementaron en el último torneo y que ayuda a esclarecer las decisiones ante jugadores, entrenadores y público.