Un repaso por el triangular que celebró Rosario Central en 1974 y su impacto en la historia del fútbol argentino.
En un contexto donde la discusión sobre los calendarios y los formatos de torneos de fútbol está más vigente que nunca, es oportuno recordar un evento que marcó un antes y un después en el fútbol argentino y que hoy cumple cincuenta años.
A finales de diciembre de 1974, en un país que vivía cambios políticos y un fútbol en plena evolución, Rosario Central se coronó en un triangular que incluía a los dos campeones de ese año: Newell's y San Lorenzo.
Ese año, el fútbol argentino vivió un formato diferente al habitual.
La Copa Libertadores, uno de los torneos más prestigiosos del continente, solía ser exclusiva para los campeones de cada liga nacional.
Sin embargo, en 1974, se decidió que los dos principales clubes de los torneos Metropolitano y Nacional tendrían la posibilidad de luchar por un lugar en la competición internacional del siguiente año.
Esto generó un triangular en el que Central, como subcampeón, tendría la oportunidad de demostrar su potencial ante los otros dos clubes.
La temporada 1974 fue peculiar, primero con el torneo Metropolitano, que se jugó entre febrero y julio, seguido por el Nacional, disputado entre diciembre y enero.
Rosario Central, dirigido por Osvaldo Zubeldía, llegó a la definición del Nacional con muchas expectativas y una puja encarnizada por el título.
El 22 de diciembre fue el día decisivo, donde diferentes resultados llevaban a un posible triple empate.
Finalmente, San Lorenzo se alzó con el título del Nacional, mientras Rosario Central quedaba relegado al subcampeonato.
Sin embargo, la historia aún no terminaba.
El triangular por los cupos de la Copa Libertadores se convirtió en el evento a recordar.
Los partidos se desarrollaron a finales de diciembre, con el primero el 26, donde Central venció a San Lorenzo 1-0, gracias a un gol de Hugo Zavagno.
Esto marcó el inicio de la batalla por el prestigioso lugar para representar a Argentina en el torneo continental.
Dos días después, Newell's y San Lorenzo se enfrentaron, y el triunfo de Newell's los dejó en una posición privilegiada.
El 30 de diciembre, el clásico rosarino cerró el triangular con un triunfo de Central 2-0, con una destacada actuación de Mario Alberto Kempes, quien había tenido un año espectacular, anotando 33 goles en 43 partidos.
Esta victoria confirmaba la hazaña de Central, ganando el triangular y asegurando su participación en la Copa Libertadores de 1975.
Este hito se celebró en una cancha atestada y bajo un clima festivo que quedó grabado en la memoria de los aficionados.
La victoria final de Rosario Central no solo simbolizaba un triunfo deportivo, sino que también se enmarcaba en un contexto histórico del fútbol argentino, reflejando cambios en los formatos de competencias y la intensa rivalidad entre los clubes rosarinos.
En un momento en que el fútbol argentino se estaba transformando y adaptando a nuevos desafíos, el triangular de 1974 se destacó como una celebración de orgullo y logros que sigue siendo recordada hoy en día.