Una mujer ha perdido la vida en un tiroteo que involucró a hinchas de Estudiantes de Buenos Aires y Almagro. El incidente ocurrió tras un partido de fútbol en Tres de Febrero.
La violencia en el mundo del fútbol ha vuelto a demostrar su cara más oscura, cobrándose la vida de una mujer de 36 años en un trágico incidente ocurrido el pasado sábado en Tres de Febrero.
La víctima, Aleyda Camacho Arach, de nacionalidad boliviana, perdió la vida tras quedar atrapada en un tiroteo entre barras de los clubes Estudiantes de Buenos Aires y Almagro.
Este lamentable suceso se produjo aproximadamente una hora después del partido entre ambos equipos, el cual culminó con una victoria de Estudiantes por 1 a 0 en el encuentro correspondiente a la Primera Nacional.
El tiroteo tuvo lugar en las cercanías de Villa Los Rusos, a unas quince cuadras del estadio donde se desarrolló el partido.
Según las primeras investigaciones, todo apunta a que se trató de una emboscada orquestada por hinchas de Estudiantes contra los seguidores de Almagro, quienes todavía se encontraban en los alrededores del estadio al momento del ataque.
En este contexto, Aleyda Camacho fue impactada por dos balas en la cabeza, a pesar de no tener ningún vínculo con el encuentro ni con las instituciones deportivas involucradas.
Desafortunadamente, la mujer llegó sin vida al Hospital Carrillo, donde se intentó brindar asistencia médica.
Además de la trágica muerte de Camacho, otras dos personas resultaron heridas en el mismo tiroteo.
Uno de los hombres se encuentra en estado crítico, mientras que el otro sufrió una herida en la pierna que no representa un riesgo grave para su salud.
Estos acontecimientos han llevado a las autoridades a iniciar una investigación exhaustiva, en la que ya están trabajando las fuerzas de seguridad de la Departamental Tres de Febrero, junto con el fiscal de turno que se ha hecho cargo del caso.
Los episodios de violencia en el fútbol argentino no son nuevos.
En el pasado, varios incidentes similares han oscurecido la pasión que despierta este deporte en el país.
Este último suceso pone de manifiesto la necesidad urgente de implementar medidas de seguridad más efectivas en los estadios y sus alrededores, para proteger no solo a los aficionados, sino también a la comunidad en general.
La muerte de Aleyda Camacho Arach debe ser un llamado a la reflexión.
Es inaceptable que la violencia siga teniendo un papel protagónico en el fútbol, un deporte que debería unir a las personas en lugar de separarlas.
Es fundamental que las autoridades y la sociedad trabajen de la mano para erradicar este tipo de comportamientos y propiciar un ambiente de respeto y seguridad para todos.
La pregunta que queda es: ¿cómo prevenir que tales tragedias se repitan en el futuro?